A lo largo de la vida he comprobado
nada en ella es de regalo.
Ni tu boca
detenida en mí hombro
ni el adiós,
oculto en tu sonrisa.
Un sueño dura más
que la noche en que ha nacido,
ella se va
y el sueño queda conmigo.
Texto agregado el 28-11-2012, y leído por 379
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