Didáctico y breve informe de los idiomas y sus expresiones polivalentes.
Por supuesto, claro que no; concuerdo totalmente en lo que dices, excepto en todo.
Esa realidad del comunicativismo es la que nos permite evolucionar en este tiempo de globalizaciones culturales, económicas y políticas.
Los movimientos migratorios hamacan, o, mejor dicho, criban los idiomas. De allí que no den abasto los manuales y diccionarios. Los terminólogos viajan de un punto al otro para dilucidar que significado conviene a cierta palabra; palabra que para unas culturas ostenta un sentido, y para otras, otro.
Así, en los lenguajes de comunidades heterogéneas, caso la comunidad latina de Estados Unidos, se dan los múltiples contenidos semánticos. Por ejemplo: Nosotros decimos "bicho" a cualquier insecto, animal o persona (en este último caso, con desprecio o despectivamente; a veces cargamos las tintas y le sumamos "mal bicho"); en Puerto Rico, con el mismo término, se denomina al pene.
Ni hablemos de los entuertos terminológicos en los que abundan los conceptos definitorios en los que muchas veces, intempestivamente, y muy a pesar nuestro, nos encontramos.
Tales "hiperónimos" existen aún en países limítrofes como La Argentina y Chile; a propósito: en Santiago, se me ocurrió cierta vez, decir en público, "achuchado"; mejor hubiera sido morderme la lengua antes de haberlo dicho, ninguno de los presentes pudo disimular su espanto; hubo miradas cómplices, peras caídas y otros rieron maliciosamente tras bambalinas. Sucede que ese término señala (popularmente)la vagina de la mujer. ¡Jajaja!
¿Qué nos diría André Bretón sobre eso de 'pensar primero, hablar y escribir después'? Ah, y no hablemos de Tristan Tzara ¿qué opinaría él desde su extremismo dadaísta?
En fin, como dije:
Es la superficialidad de la palabra la que nos pierde.
Es la profundidad de la palabra la que nos salva.
Digresión poética:
somos
somos luz
tiempo y distancia
hechos presencia
amanecidos desde el eco
de una palabra
llamándose en la niebla
Concluyendo:
El piripipí, sólo es posible gracias a las palabras.
|