Día a día la incógnita
es presente. Y es constante
la presencia que revela
abiertamente:
un instante alberga a todo el universo.
Y alcanza apenas eso
-un momento- para el vuelo
o la caída, la pérdida,
el encuentro o la partida.
Un momento apenas
es suficiente
para iluminar todo el camino.
Y luego llegan las respuestas.
Una a una se van pronunciando.
Lo que ha de saberse ya se sabe.
-Todo es nosotros somos-.
Y entonces ya no quedan acertijos.
La visión del camino, aunque sea un fogonazo, un destello, es contundente y clara.
Y nuestros pies saben perfectamente adónde vamos.
Texto agregado el 26-11-2012, y leído por 125
visitantes. (2 votos)
Lectores Opinan
27-11-2012
Qué bellas letras, te felicito...tu seudónimo advierte que eres un ser creativo.
Un abrazo!! gsap
26-11-2012
totalmente de acuerdo amigo. Seguro encontraste las respuestas mientras viajabas en bici; a mi me pasa de continuo. Un abrazo!!!!!
cinco aullidos ciclistas yar
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