Marea alta parte 6
Me dijo “te vez hermosa” tomé la toalla y después el me la quitó y de nuevo la tiró al suelo. Cuando él me tomó de la mano y la puso sobre su pecho, de pronto de un jalón me llevó hacia él. Tocó mi espalda y me iba a besar…
Cuando por desgracia desperté de ese sueño. De la tina se estaba saliendo el agua, de inmediato cerré la llave del agua. Obvio si me meto en la tina el agua más se va a salir. Mejor quité el tapón de la tina, y aproveche para salir por la toalla, salí completamente desnuda, mala suerte la mía porque Víctor se encontraba afuera de la casa.
Terminé de bañarme y salí con una toalla que envolvía mi cuerpo, la otra estaba en el piso encima del agua que había regado. Era medio día y salimos a dar la vuelta.
-listo. – dije mientras sacudía mi cabellera larga en color rubio.
-¿quieres ir a dar una vuelta?
-ok, pero no tengo dinero. – replique.
-yo pago.
Nos dirigimos a un sitio cerca de la playa donde se juntan familias, podría decir que es el lugar más seguro de la costa, hay policías, familias, niños, jóvenes, negocios. Nos sentamos debajo de una palmera.
-y bien, en realidad casi no te conozco. – dice él. –ey, me traes una cerveza, y a ella, ¿Qué quieres?
-una piña colada – dije.
-¿con alcohol? – dice el mesero.
-no, estoy tomando medicamento.
-en un momento la traigo.
-vivo sola desde hace 20 años. Soy programadora, soltera, sin hijos.
-es de mala educación preguntar. – dice él.
-ok, tengo 40 años – dije porque me imaginé la pregunta. – ¿y tú? – pregunté
-41 – dice él.
-¿perdón? – me quedé con cara de “what”
-sí, soy abogado, sin hijos, soltero. Amo la cerveza. Y también amo a las mujeres.
-mmm… - y en mi mente dije, y yo amo a los hombres, me llevas un año sin hijos podríamos ser la pareja perfecta.
-¿qué es para ti una pareja perfecta? – dice el como si me hubiera leído el pensamiento.
-… - me quedé callada.
-sabes en mi vida solo he tenido una novia.
-¿tu? ¿Una novia? – dije.
-aquí esta, la cerveza y la piña. Son 40 dólares. – dice el mesero.
-aquí está. Quédate con el cambio.
-¿y tu familia? - Pregunta el.
-no se de ellos desde hace tiempo, no hablan, ni yo les hablo. Y ¿tú?
-mis padres murieron.
-lo siento. – creo que metí la pata.
-oye ¿te puedo hacer una pregunta? – dije para cambiar el tema.
-sí, dime- dice el, mientras toma un trago a su cerveza.
-¿por qué nunca te quitas la camiseta? hace mucho calor.
-por cosas…
-¿qué cosas? – insistí.
-eres muy curiosa.
Y nunca me contestó. Se terminó su cerveza, y yo mi piña colada y fuimos a dar una vuelta por toda la playa
-¿por qué no usas traje de baño? –pregunta el.
-por… – pensé en decirle “por cosas” como él me contestó pero mejor le dije la verdad – porque soy gorda.- dije dura y cortante.
-tu cuerpo te ama, acéptalo tal y como es. Tu cuerpo es una barrera para proteger lo que está adentro, que es lo que verdaderamente importa, pero si la envoltura no está en condiciones, el regalo se maltrata.
-¿cómo?- me quedé de una pieza. Un hombre guapo, alto, con un perfil perfecto, le estaba diciendo a una gorda como yo, una pequeña metáfora sobre el autoestima.
-mírate al espejo, y di “soy la mejor”.
-¿la mejor? - pregunté.
-de todas, la mejor de toda ¿mañana nos vemos?
-sí, sí, claro. Pero quiero buscar trabajo.
-mejor hasta que estés bien del brazo, mañana vengo por ti, quiero llevarte a un lugar a desayunar.
-ok, nos vemos hasta mañana.
Me dejó en mi casa en punto de las 10 de noche pasamos todo el día en la playa, y nunca vi el reloj. Creo que algo raro está pasando. Si y que me estoy enamorando. Pero el piensa que soy lesbiana. Que tonta, pronto le diré que no soy lesbiana.
Por la mañana, me despertó la luz que entraba por mi ventana producto del sol de la 9 de la mañana ¿las 9? Ya es tarde, y me levanté corriendo, me cambié y se escuchó mi puerta.
-hola, pásate – dije muy apurada.
-¿te estas levantando apenas?
-si – dije apenada.
-ok no te apures. Si quieres me salgo para que te cambies a gusto.
-no, quédate me cambio en el baño.
Me cambie salimos juntos, y fuimos a ese lugar. Llegamos en un camión que pasa cerca del lugar, pasamos por paisajes hermosos, me encanta el lugar donde vivo llego de vegetación de hermosas playas, un aire limpio. Al llegar al restaurant era un lugar al aire libre. Hermoso. Nos tocó desayunar a un costado de una alberca que de fondo se pintaba en color azul cielo. Una mesera muy amable nos atendió. Podía sentir la brisa del mar. Terminamos de desayunar y nos fuimos a la playa a dar la vuelta. Víctor se sentó en la suave arena, cuando vi que se quitó el pantalón en color azul. Vi unas piernas eternamente largas, muy masculinas. Y se sentó en la arena.
Nos quedamos en silencio, solo se podía escuchar el romper de las olas a la orilla del mar. Como Víctor no se animaba a seguir mostrando lo que Dios le dio, me levanté y me quité la blusa naranja, y procedí a quitarme la falda de mezclilla. Por primera vez en muchos años mostraba mi cuerpo en un traje de baño de dos piezas en color naranja que dejaban ver mis enormes curvas y mis grandes senos.
Víctor no dejaba de ver mi circunferencia, me vio de pies a cabeza. Me senté en la arena.
-ese color te va muy bien, te vez increíble. – dice él.
-lo dices porque eres mi amigo.
-aparte de eso, te digo la verdad.
-te toca. – dije retándolo.
-¿Qué me toca? – dijo frunciendo el seño
-no te hagas, te toca quitarte la ropa para entrar al agua.
-no, querrás saber que hay debajo de esta camiseta.
-¿por qué? Anda, hazlo, a mí también me da pena mostrar mi cuerpo, mira las “carnes que me cuelgan” y estoy en bikini.
-bueno… - dijo él y se animó a quitarse la camiseta. Y de nuevo creo que metí la pata. Cuando sus manos tomaron la camiseta de abajo y poco a poco se la fue quitando hasta que pude ver por lo cual hasta ese día el ocultaba. Se trataba de una piel con cicatrices en todo el área del abdomen. Su piel era de color café muy distinto al color del resto de su cuerpo.
Aventó la blusa a la arena y se sentó a mi lado, después pude sentir como el pasó su brazo por mis hombros. Y pude escuchar una respiración muy profunda, el no dejaba de ver el horizonte en sus ojos se reflejaba el mar infinito. Así que decidí preguntarle, total estoy acostumbrada a meter la pata.
-¿y que te pasó? – pregunté tímida y con la cabeza agachada.
-fue hace muchos años, yo tenía 10 para ser exacto. Mi madre dejó una llave del gas abierta y hubo una fuga de gas, por la noche mi casa explotó. – dijo el, y me miró a los ojos, nunca había visto una mirada que te transmitiera tanta ternura. ¿Cómo había sido tan egoísta y solo en fijarme en el físico? es por eso que nadie me mira por que no veo el interior, y la gente ve mi exterior no lo que llevo por dentro.
-es por eso que te reitero que tu cuerpo te ama.
-¿y por qué no lo aplicas tú?
-las mujeres ven mi hermoso rostro pero prefiero alejarme para que no se decepcionen de lo que están a punto de ver. – dijo entre una risa muy discreta.
-noté que de mi rostro caía una lagrima.
-las lágrimas son parte uno mismo. Cuando salen expulsas algo bueno o malo de ti. Cuando en el hospital se me informa que había quedado huérfano, deje que todos hablaran y decidieron sobre mi vida y mi adopción, y decidí escapar, y desde entonces vivo solo. Tengo ya 31 años viviendo, comiendo, durmiendo solo.
De nuevo vi su rostro que de una mejilla caía una lágrima y con mi mano se la sequé. Y lo abrasé muy fuerte.
A ese acto me respondió con un beso…
Continuara…
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