Otoño en mi corazón


Hoy siento congoja en mi alma, y temblor en mis manos
Las nubes en lo alto giran, cual crisoles grises agrietados
Y en ellas mi mirada se pierde, cual águila en acecho
Crecen alas en mis pensamiento, y alcanzarlas quiero
Más siento la niebla de mis tristezas, pues no puedo
Transitando por camino de espinas, cual coronas punzantes
Ellas van tronchando mi camino y mi alma puja en rebeldía.
Pétalos de rosas rojas en ideas, placidez de la vida
Es la fuente y el perfume elixir de enfermedades
Más sus hojas rojas, ora son blancas, tachonadas en blanco
Con perlas de rocío de una mañana fría, y nieve sobre ellas
Fría como las penas, que asolan mi corazón herido
Así como la nieve en la hierba, se adhiere al alma mía.

Prosas, versos, poesías y rimas en las sombras
Más la luz que las ilumina, cual garra entumecida
Se aferra con saña en los sueños de antaño
Y cual blanco sudario, vestida va alma en pena
Más la esperanza plañidera, emerge de mis trastos
Como el crespúlo que se adueña de tierras dormidas.

Más si la esperanza se apaga cual vela consumida
¿Y si la mente nos engaña y nos hunde en el abismo?
¿O el amor, el salmo que nos alimenta, nos abandona?
¿Acaso la brisa, no deshoja a las bellas rosas rojas?
¿O al ángel del amor se le terminan las flechas?
¿Acaso los poetas desisten de amalgamar sus bellas poesías?
Mi mente y corazón se resisten a que las rosas se marchiten
De solo pensarlo tirita de pena el corazón, cual en noche fría.

Ray