renegando siempre de la vida
y de todo su alrededor,
así vivía un fulano, que de todo se quejaba
aun sin sentir un real dolor,

¡lo tenia todo!!
incluso un sincero amor,
pero nada le bastaba
vivía amargado, lleno de rencor,

cierto día despertó de buen semblante,
yo diría que de buen humor,
con deseos de hacer mil cosas
se sentía lleno de un gran vigor,

tal vez era tiempo de cambiar
de ser alguien mejor,
de dar real importancia
a lo que si tiene valor,

salio a la calle dispuesto
a convertirse en un buen conversador,
pero todos lo ignoraban
o no querían ni verlo a lo mejor...

pobre el vecino, aquel señor
murió solo y con su amargura
la noche de el gran temblor,
eso comentaban algunos espontáneos
ignorando la presencia de un fantasma merodeador...