Oración en la encrucijada
Mirando al mar, Dios mio, su espuma cautiva mi alma, entre burbujas y olas tímidas que rozan mi muro, casi imperceptiblemente, mientras mi corazón se debate, hasta la agonía, entre dos amores, marcados a fuego en mi cuerpo dolorido.
¿Porqué esta crueldad? ¿Porqué esta sinrazón?
Mis lágrimas ocultan el horizonte amable de mi playa, debatiéndome entre dos vidas, una, eterna, la otra, toda pasión, toda dulzura, promesa de una nueva senda.
¿Porqué, Dios, me haces esto?
Era poco sufrir lo insufrible por Mariana, y ahora me mandas esta flor púrpura, toda Amor, toda ilusión.
Creo que no me quieres, solo pruebas que soy estiércol, el último de los hombres.
Solo te pido que arregles esta confusión, este fin de mi vida, como creía que era, como creí que tenía.
Si no lo haces te odiaré por siempre, mi condena al averno será tu deseo, el final apocalíptico de una vida, la mía, que creí que amabas, como yo amo tu agua, tu sol, tu amanecer…
No me dejes solo cabrón...
Aguilagris Gijón
Playa de San Lorenzo
Escalera 5 |