estuve sentado frente al espejo

nada tenía que tuviera semejanza

sonreí y la imagen respondió...


¡quiero sentir dicha!

gritó mi alma


y todos en aquel instante miraron mis ojos...


adónde ir

cuando se tiene aquella espina dentro...


busqué amistad

el valor

la alegría

la bondad

y cada una de ella vino

me dio un beso en los labios

y se fueron juntos de las manos...


quedé solo

espaciado en nudos de preguntas


de pronto

escuché un llanto

provenía de mi pecho...


¿qué deseas?, pregunté


ven

ven

ven

repitió como un eco en mi alma...


fui al centro de mi ser

hasta llegar a una puerta negra

una luz provenía del fondo de la cerradura

miré

y vi unos ojos hermosos

un vaso lleno de luz

un aroma

un sabor

una eternidad encerrada en un espacio

queriendo salir

brillar...


me voy, le dije


ve

ve

ve

repitió como un eco

del fondo de un abismo luminoso...


salí al mundo de colores y formas

y del fondo de mi ser

sentí todo cuanto amaba...