Me has llamado muchas veces
sin saber que me llamas a mí.
Tu voz se ha alzado en el silencio
amenazando con gritar...
y he estado allí.
Tus ojos se han enrojecido
y las lágrimas de ellos han brotado,
como pequeñas gotas de luz...
y he estado allí.

Cada vez que sientes que tu sombra te habla
ha sido mi voz
la que resuena en tu mente.
Cada vez que el cielo se ha cerrado sobre ti
ha sido mi mano
la que abre la ventana
a la esperanza.
Cada vez que buscas algo
sin saber qué es lo que buscas,
a mí me has encontrado...

Cuando te has sentido sin fuerzas,
han sido las mías las que te levantan.
Cuando el camino se hace difícil,
son mis piernas las que caminan por ti.
Cuando la soledad te azota,
he sido yo quien te acompaña.
Y sé que no lo has notado siquiera...

Simplemente soy.
También he sido,
y seguiré siendo.
Soy fuerza, soy luz.
Soy lucha, soy vida.
Soy melancolía, soy tristeza.

No soy un ángel
ni un demonio.
No soy tu sombra
ni tu conciencia.

Soy aquel que vive contigo.
Soy aquel que te da fuerza.
Soy aquel que te da esperanza.
Soy aquel que te eleva.

Soy el que nunca te ha dejado,
porque desde que tú naciste,
he existido yo.
Hasta que mueras,
yo seré.
Cuando me llames, llegaré.
Cuando me necesites, estaré.
Ahora mismo, estoy.
Ahora mismo, he llegado.

Bowen Alanos