Para vivir sin ti debo aprender de memoria cada centímetro de tu cuerpo, memorizar lunares, pecas, cicatrices, también tus curvas y desventuras, el roce de tu piel con mi manos y mis piernas, tu temperatura, memorizar tu aroma, el largo de tus dedos, los pliegues de tu rodilla, la profundidad de tu ombligo, la curvatura de tu talón, la resistencia de tus hombros, la dureza de tus codos, los vellos que cubren tu espalda, lo que no ha conocido el sol y lo que el agua ha tocado y acariciado.
Quiero aprender y borrar todo rápidamente, para volver a estudiar y memorizar nuevamente tus cabellos, tu boca, tus ojos, como se siente tu respirar y tu piel, quiero olvidar porque es un placer instruirse en tu cuerpo. |