La eterna complejidad de tu vida
es una delicia para el mundo;
el papel se llenó con lágrimas de tinta,
fruto bendito de la chispa que dejaba en mi alma una caricia.
No hay perfección sin el error inminente de tus labios
sin la herida precisa de la soledad.
Busqué en tu verdad sólo una de las respuestas,
la más honda y completa
y me diste un misterio impenetrable.
Texto agregado el 23-11-2012, y leído por 109
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Lectores Opinan
23-11-2012
El primer párrafo es concesión idealista colmada de alma. El segundo y final fluyen. Pero como salmón remonto el torrente y vuelvo a la doble negación de los labios. "No hay perfeccción sin error". Sin labios no hay besos y la herida es sólo suya junto con el misterio. NeweN
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