Cuentos se oyen de un hombre
que a la vida atado
se decidió por amar desenfrenado
a un río furioso y galopante.
El río en su cauce embravecido
recibió del hombre
la flor y otros tributos
más no escuchó
del río respuestas
y alzó la voz en cruel sonido.
Dispuesto a mitigar
la dura pena
se armó de furia y de coraje
hasta besar del río su cauce
que abrazó mortal su alma plena.
El río inmutable y absoluto
siguió cuesta abajo con su olvido
sin emitir el más leve quejido
ni amar ni pensar en aquel luto.
Amar no es posible sin medida
a quien, como el río inanimado
pasa de frente y a tu lado
y no es doliente en tu partida.
Texto agregado el 23-11-2012, y leído por 117
visitantes. (1 voto)
Lectores Opinan
25-11-2012
Es como yo digo, el poeta tiene una mente , un poco más allá del común de la gente y en las poesías se traslucen mundos indistintos, e imaginación sin límites, mis estrellas, ***** equidad008
23-11-2012
Me hace ruido el género. si el rio es él. y ella, a lo más orilla. Un hombre frente al río es duelo a muerte. De eso habla este texto. NeweN
23-11-2012
¡Y a quien se le ocurre! SI te llevas un río a tu casa te deja sin ella, si lo abrazas...ibidem. EL poema es muy bueno. Saludos felipeargenti
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login