Un día mire hacía atrás, y recordé aquel instante en el que la vida misma me trajo a este mundo despampanante, cuando todo era tan grande para mi que me asombraba con cada cosa aunque fuera algo insignificante, aquel tiempo en que fui la luz de mi casa, que cada cosa que hiciera era motivo de orgullo, de risas, de ternura, efímeros momentos de mis primeros años en esta tierra. Grande es el poder de Dios que me hace sentir su amor en cada amanecer y anochecer, que me da tan prodigiosa memoria, para añorar los tiempos en que esperaba con ansias la época decembrina en la que creía en papá Noel, en que me hacia tanta ilusión solo pensar que regalo encontraría el 25 de diciembre.- Ahora luego de varios años transcurridos en que ya mi papel en esta vida cambio de hija a madre, alcanzo a comprender por momentos los sacrificios, todo el esfuerzo y el amor de mis padres; cada gesto de sus rostros me parecen realizados por Dios mismo, por que en algún momento de mi vida mi padre fue el hombre perfecto y mi madre fue mi heroína favorita y hoy son una de las causas por la que me levanto y doy gracias a mi Señor por haberme puesto en mi hogar con mis padres y hermanos y por tener unos sobrinos que amo con toda mi alma.
En mi papel de madre he aprendido a ser paciente, constante y tolerante; y a sacar esa característica tan especial que tiene mi adorada madre de tratar a los niños, he aprendido a tener la capacidad de estar desmoronándome por dentro pero al ver a mis hijos me sale del alma misma una sonrisa que los alienta a ellos a vivir la vida sin preocupación alguna.
A Dios gracias por haberme regalado la bendición de ser madre;
A mi madre gracias por enseñarme cada día de mi vida que a los hijos hay que amarlos con cada centímetro de nuestra piel,
A mi padre gracias por enseñarme que aunque se tenga que ser firme no significa que no haya el más puro amor;
A mi amado esposo gracias por enseñarme que el amor verdadero si existe;
A mis hermanos y hermanas gracias por enseñarme que el amor fraternal es constante e incondicional;
A mis amigas y amigos gracias por enseñarme que no importa la distancia cuando se ha compartido tantos momentos juntos siempre subsistirán en nuestros corazones…