Llega determinado momento en el que te das cuenta que tus problemas, son tuyos, no importa que tan interesados o solidarios se muestren los demás, son tuyos, no son ajenos ni distantes, no los puedes apartar, si no mas resolverlos, causa tristeza ver la falsa ilusión de importancia que te dan o que ilusamente pretendes creer, pero solo es una llamada, una palmada, por un carajo eso no resuelve nada, ver rostros ajenos, aparentemente sin preocupaciones, igual que el tuyo, maquillándote ante los ajenos, es lo único que realmente es tuyo, es propio algunos eternos otros efímeros, no lo compartas, se egoísta, ten cojones y asúmelos y no busques a quien arrimarte, cada uno es causante de lo que a cada quien le pasa, porque desde el día en que empiezas a tomar decisiones y eres responsables de tus actos, eres responsable de tus problemas, si ellos llegaron a ti, fue porque dejaste que se acercaran, de nada vale hacerse de ilusiones fugaces que solo aviven un engaño premeditado, que si pecas en dejarlos acercarse mucho, darán el salto ya preparado y tal vez ensayado como medida de escape, usado una y otra vez.
Aprendí así a distinguir, que de la misma forma como son solo míos, los tuyos son solo tuyos, y no será de mezquino pretender que sean solo tuyos y no me los compartas, y hacer caso omiso a suplicas o insinuaciones suplicantes aclamando ayuda que en su momento no serán reciprocas, y fue duro darme cuenta que en los precisos y determinados momentos, todo este concepto se plasma y cada quien vuelve a ser el egoísta que siempre debió ser, y se ocupa aisladamente de sus problemas, ya que los tuyos son ajenos a su incumbencia, no así fueron los suyos para mí, tratare de no mostrar un ecran de falsedad, y ser egoísta desde un principio, así se me considere de egoísta, prefiero ser egoísta que timador, el engaño colectivo, enfundado en una costumbre de falsa solidaridad debe parar, no nos hace un mundo mejor, donde se sueña en la utopía de la cadena de favores, lo que realmente somos es un conjunto de imágenes proyecta de lo que pretendemos ser y no de lo que realmente somos. |