Es 1870 y Tom Engfield es un soldado de su majestad destacado en Australia. Hoy, con su destacamento, estuvieron de cacería en la sabana. El cazó una bonita liebre. Ahora está en la playa sentado en un peñasco y junto a él está un aborigen de nombre selraif. Le ha pedido que prepare un fogón y le ase una liebre porque pronto caerá la noche y hay que cenar.
Selraif quiere recoger tras piedras para armar el fogón. Engfield le observa unos movimientos muy ceremoniosos. Se acerca a una piedra, la soba y parece hablarle. Toma medidas desde la piedra en las cuatro direcciones. Cuando todo parece estar listo la arranca con sumo cuidado. Así procede con las otras dos piedras. Tom no se explica a qué se debe tanta ceremonia. Recoge la leña y asa la liebre. Cenan juntos. Al terminar coge cada piedra, la lava en el mar y la trae y la coloca exactamente en la misma posición que tenía. Para ello toma medidas hacia los cuatro lados de cada piedra. Enfield saca su pipa y entablan conversación y le pregunta a que se debe todo ello. Selraif le explica que todo tiene espíritu y merece respeto. Que puede usarse cada cosa con permiso y dejándola como estaba y demostrando mucho respeto. Para probarle interroga a una de las piedras por la madre de Engfiel y ella le dice que padece pulmonía porque el invierno le ha hecho mal y que pronto morirá. Tom calla y se queda pensativo. pasan unos días y llega el correo imperial y en una carta el padre de Engfield le informa de la muerte de su madre en un hospital de Glasgow después de ser hospitalizada por pulmonía. Tom busca al cocinero Selraif y le pide que le enseñe más. Selraif lo lleva a la playa en un día de asueto y le enseña a interrogar a las piedras.
Enfield se embarcó, con permiso, para Glasgow. Al llegar visita a su familia y en el segundo día va donde su amigo thomas que tiene un taller de ebanistería y produce piezas por encargo para la real armada. Thomas en su taller tiene en una escala de madera una piedra que utiliza para cuñar la puerta. Enfield interroga a la piedra y la piedra le dice que Thomas padece de agrieras porque se la pasa raspando palos y cortando maderos y se olvida de comer. Justo cuando termina ve como thomas se toca el estómago y hace muecas de dolor. Le pide a Engfield que le alcance la tetera donde guarda la leche hervida para tomar porque es lo único que lo calma. Comprobó Engfiel que todo tiene espíritu e inteligencia como dice Elraif.