Hay karmas muy puntuales que es como comenta un amigo: más parecen una venganza personal de Dios.
Un amigo, hace menos de una semana, se hallaba brillando su carro con una máquina eléctrica cuando de pronto la máquina lo sorprendió y con un cordón que topo le arranco la falange de uno de sus dedos. El corrió a la clínica llevando la falange desprendida. El médico que lo atendió colocó la falange sobre el celular (un método nada ortodoxo). Cuando fue a coger la falange descubrió que se habían robado el celular con falange y todo. Mi amigo no pierde el humor que lo caracteriza y dice que ese si es un teléfono digital. Maicol lo cuenta con mucha gracia.