¿Fuerza oscura o su contrario?



Muchos no saben, (casi todos), para qué sirve la tristeza, la ira, el enojo, la amargura, etc..
Todas esas emociones que a veces, nos embargan el alma e hipotecan la salud, el bienestar y todo eso que tanto deseamos en la vida.

Toda esa fuerza negativa que sufrimos con disgusto, podría hacernos más fuertes, sanos y sabios; ¿por qué no, más santos?, ¿No?

"Algunas cosas y relaciones se sufren con verdadera satisfacción", dijo un tal Maquiavelo.

Una de las cosas que más nos falta a los seres humanos es aprender a transmutar esa energía negativa o fuerza oscura, en su contrario; pero, para lograrlo, debemos estar conscientes de ella al momento de sufrirla. Hay innumerables analfabetos emocionales en este mundo; aunque brillen como genios intelectuales; sus vidas son un total fracaso en todo aquello que signifique sentimientos y relaciones*.

La sobriedad es tener conciencia de esas fuerzas que nos movilizan o sacuden interiormente; me refiero a toda esa violencia interna que nos 'saca de quicio' y nos hace perder el balance, empujándonos para que caigamos en un pozo de amargura, creando esos estados de ánimo donde pareciera que todo está perdido. En lugar de aprender a 'achicar el pánico' (como dicen los chicos), alimentamos esa energía y la direccionamos hacia lo más vulnerable y valioso de nosotros mismos.

Es hora de que aprendamos a negociar con la bronca, con la ira y la tristeza, y con cualquiera otra emoción negativa que surja en nuestra vida; sólo el intentarlo, nos ayudará a promover una buena gestión emocional para conocernos, aprender y aprovechar bien, y para bien, toda esa energía, transmutándola desde sus raíces, para cambiar las circunstancias y transformarnos a nosotros mismos, enriqueciendo nuestro carácter y nuestra vida de relaciones con nosotros mismos y con el resto del mundo.

* "Inteligencia Emocional" por Daniel Goleman