Sir Albert había trabajado en un proyecto secretísimo que consistía en hacer cambiar de idea a todos los ciudadanos de ciertos países enemigos de la potencia dominante. Lo habían logrado utilizando satélites, antenas, nanotecnología, química genética, etc. El que había estado profundamente inmerso en ese proyecto y que había logrado burlar los controles científicos que le tenían gracias a que había descubierto la forma fundamental energética del universo y ellos no lo sabían. Ya no figuraba en ningún registro. Quedó asombrado al ver que su pueblo ya no era su pueblo. Estaban dedicados copular a toda velocidad, veían una televisión tóxica y los anti valores se habían instalado y habían logrado cambiar la mentalidad de la gente. Se abismó de la cantidad pavorosa de antenas. Había una cada 500 metros. Todos, sin excepción tenían en sus bolsillos hasta 3 aparaticos del tamaño de una pasta de jabón y eran enfermos por adquirir el último que saliera. Lo utilizaban para comunicarse, para jugar, para apuntar las claves de sus cuentas bancarias, para escuchar música, para ver televisión y cada vez salían más aparatos que se obtenían en cualquier esquina y venían dotados de nuevas funciones. Los niños y los jóvenes eran los más adictos a esos aparatos; incluso se los robaban unos a otros. Había varios menores pagando cárcel por ello. Su alma estaba compungida porque en su pueblo estaba instalada la tecnología maléfica que él conocía al dedillo y la gente ni sospechaba. Tampoco se los podía decir ya que los ciudadanos se comportaban como policías y bastaba una infidencia para volver a ser incluido en los registros. Se sentó en una banca del parque de su pueblo para pulir el plan, que había concebido en silencio, y que estaba ejecutando y haría volar por los aires milenios de dominación de unas razas de otro universo sobre los habitantes de la tierra. Era cuestión de unos cuantos días. Cuando los invasores estuvieran a punto de cantar victoria volaría su proyecto como un castillo de naipes y no sabrían de donde les cayó la piedra que los destruyó.Estaba llegando a su fín el proyecto MK-22/721/S-56 y ellos ni lo sospechaban