Josefo está muy impresionado y por eso ha madrugado a contarle a su amigo Ludwig que está notando una coincidencia extraña en su vida. Tiene un reloj Rolex que heredo de su abuelo y está impecable y sin embargo, a veces, en las mañanas el reloj está atrasado varias horas o varios días pero al despertar funciona normalmente durante el día. Siempre que esto sucede se le ocurren unas ideas que él no ha oído el parte alguna pero que resultan verdaderas como lo puede comprobar después. En estos días le pasó eso y al otro día supo que había civilizaciones afuera y adentro de los planetas, que lo que los seres humanos sostenían de la estructura del planeta no era cierto y que al interior de este y de otros planetas había más seres y más sabios que los de la superficie. Que el hombre no lo nota porque sus ciudades tienen solo unos cuantos miles de años. Que construir una civilización sobre la superficie de un planeta es peligroso porque tarde o temprano será impactada por meteoritos o invadida por seres depredadores que hay en el universo y los cuales tienen un nivel tecnológico considerable pero un nivel moral bajo y por lo tanto es normal que sean violentos y egoístas. Lo que a Josefo lo tiene asustado es que dio con un libro de la tierra hueca del almirante Byrd y luego con un libro de Hans Horbiger que habla de la caída de unas lunas al agua. Por eso vino a buscar a su amigo Ludwig.