(Reedición adaptada)




Las nubes, gacelas grises de viento
invitan a la mirada transparente,
a la obligación de un destino cierto;
Hoy dejaron de llorar…

Solo transcurren su caminar, indiferentes
de quienes observen sus movimientos.
Me sumerjo de lleno en el juego
de querer ser, sin estar aparente,
donde no existe el presente;
Allá donde voy, no cuenta el tiempo.

Me uno a ellas y me muevo al compás
de un baile ajeno a lo que pase en el suelo.
Me ovillo y me dejo llevar, con mis nubes,
allí donde duermen de noche en el cielo.

Las acompaño ya carente de cuerpo,
etéreo, disperso.
Sin mirada ni horizonte nuevo;
Empiezo a volar y mis ojos se hicieron sueño.

Perdiendo mí esencia
- como arena entre los dedos -
escurro de mi vida el recuerdo;

Recuerdo del tiempo que viví siendo para ti -España-
y que, como de mis indolentes nubes, el pasar
tus ojos nunca vieron.




Dedicado a la insensibilidad del Gobierno chaquetero de España, a sus 400.000 salvajes desahucios bancarios y a sus 14 muertes – hasta hoy - por suicidio motivado por los desalojos forzosos.
(Seguiré actualizando esta cifra cada vez que ocurra)


“Seguid así, sin recordar a la historia y la historia os convertirá pronto, sin duda, en recuerdo.”