publicado el 6/12/2004
Voy a contaros algo
Que sucedió hace tiempo.
Mi marido es un ángel
Es tan dulce y tan tierno….
Pero esto no hace el caso
Y voy directa al cuento.
Domingo al mediodía,
Me había acostado tarde,
Y a esta hora aún dormía,
Como él tenía hambre decidió,
Organizarse y hacerse la comida.
Un grito abominable,
me hizo despertarme,
Y acudí a a la cocina,
Llamas que se extendían,
Extractora, alacenas, y poco le faltaba,
Por llegar a la puerta,
Y él, al frente de todo con una servilleta.
Cuando al fin conseguimos,
Que eL fuego se extinguiera,
Decidió que era hora,
de irse a dormir la siesta.
Y allí me quede sola,
la cocina empapada,
En techos y paredes una
patina negra,
Me costo siete horas,
Volverle la apariencia.
al cabo de este tiempo,
él se había olvidado,
del drama organizado,
despertó de la siesta
como unas castañuelas,
y escucho horrorizada ,
del fondo de la casa,
una voz...que me suena,
!cariñoooo! HOY NO SE CENA?
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