Amaneció con el cuerpo adolorido, con los ojos rojos, con un malestar estomacal, el sabor amargo en la boca le hizo toser, al verse ante el reflejo del espejo una imagen de trasnochador y desvelo se veía en todo el rostro, fue otra noche de copas y desvelos como lo hacia todas los días, levantó su rostro y pensó: ”ahora no lo vuelvo a hacer”. Llegó al trabajo un poco tarde sintió las miradas de los demás como flechas que se le clavaban en el espalda, se sentó en su escritorio y empezó la rutina diaria del trabajo, la rutina que siempre le angustiaba todos los días de 8 am a 5 pm, esperaba que el reloj marcara la hora para salir de esa realidad, de su propia realidad y de su rutina.
El vicio para escapar de la realidad lo tenia capturado, se olvidaba de todo lo que tenia a su alrededor, ya lo hacia a diario como una forma o excusa que el cuerpo físicamente se lo pedía a ansias, la insidia lo tenia apasionado, recordó cuando se tomó la primera copa en la adolescencia y se mareó por completo, pensó: ”ya traía disposición para esto”,-al final solo era otra excusa para hacerlo-. Se consideraba un inadaptado y eso lo utilizaba para ingerir su néctar amarillo o blanco destilado, el mismo que lo transformaba en otra persona, en una persona desinhibida fuera de si, se transformaba en buscar todo aquello que lo satisfacía a su antojo.
Buscaba todas las noches como satisfacer su deseos de beber y el deseo carnal que su cuerpo le solicitaba, busco por lugares lúgubres y oscuros el vicio que lo tendría mas despierto y atento, compró una sensación de sublimidad y éxtasis, ingirió ese polvo mágico por la nariz, era como una línea blanca, como esas líneas blancas que dividen las calles, esas pequeñas líneas blancas separadas cada una y que cada vez que las observaba estas se volvían un una línea larga e interminable. Buscó como satisfacer su deseo carnal y encontró a una persona que le satisfacía todos sus deseos, al final el polvo mágico no hizo su efecto, se fue con ella , rentó una habitación en un hotel barato y lo único que quería era que lo comprendieran, hablar, platicar, ella se sentó al final de la cama, ninguno se quito la ropa, el habló, platicó con ella de la rutina diaria, de la realidad que lo atormentaba, se desahogó lo mas que pudo, inhalaron un poco mas de ese polvo mágico y tomaron un par de cervezas para saciar la sed, ello lo observó y le dijo que quizás lo mejor fuera que dejara de tomar todos los días, miró la hora y le dijo: “se te acabó el tiempo querido”; ella se fue y lo dejo solo, se sintió como siempre solo y lo único que lo acompaño fue su vicio.
Las penas y las deudas lo agobiaban por completo, en el trabajo las cosas no funcionaban muy bien, lo llamaron a la oficina del Jefe, este al verlo le comentó: “la situación económica no va muy bien en el país y para la empresa esta peor, hemos decidido recortar personal y usted esta entre ellos”. Sintió eso como un golpe en el pecho, como si una piedra se la hubieran arrojado directamente en el pecho, una sensación de malestar sintió en el estomago (no sabia si era por el efecto de la noche anterior o por la noticia que le habían dado), no dijo nada únicamente se levantó de la oficina del Jefe y se fue a su escritorio a recoger las cosas, mientras recogía las cosas, una ilusión de libertad y desahogo se le mezclo en el cerebro.
Salió de la empresa con sus cosas, el portero le dijo que tenia dos mensajes que darle, él tomó dos sobres que tenia para él y se los dio, abrió uno de ellos y este tenia una notificación que decía:-su tramite de divorcio esta completado, favor pasar a firmar a la oficina jurídica-, no quiso abrir el otro sobre y se lo guardó en la bolsa del pantalón, mas tardó en dejar sus cosas en el apartamento y salió directo a buscar como salir de la realidad, el vicio para escarpar de la realidad estaba a la vuelta de la esquina, entró a un bar y comenzó a desahogar sus penas con los mismos néctares etílicos que siempre lo desinhibían y lo transformaban en una persona diferente, para él la sensación mas sublime de grandeza había comenzado, empezó a realizar planes en su mente de como recuperaría o encontraría otro trabajo mucho mejor, de como saldría de sus compromisos y penas, ahora ya estaba divorciado y libre, buscaría una persona que lo comprendiera y lo quisiera tal como es.
Las bebidas habían hecho tanto efecto que necesito otra vez del polvo mágico para recobrar fuerzas, se dirigió al baño del bar y ahí adentro aspiró una línea blanca que lo puso sobre alerta, lo extasió por completo, cuando regreso a la barra del bar pido otro trago y una imagen difusa se le puso a la par, este la vio y notó que estaba vestida toda de negro, le ofreció otra copa y le dijo: “si tienes auto puedes llevarme, ya estas tan ebrio que lo mejor que puedes hacer es conducir y llevarme”, él le respondió: “el auto ya me lo embargaron, pero podemos tomar un taxi”, la imagen de color negro se alejó de él como disgustada por no poder llevar a cabo su cometido.
Todos los días buscada trabajo pero no lo encontraba, salía todos los días temprano de su apartamento a buscar trabajo y por la tarde buscaba el vicio de como escapar de la realidad, al final el vicio para escapar de la realidad le ganó la partida, fue como correr una maratón contra el vicio y este siempre le ganaba, tomaba decisiones en base al vicio, lo capturó por completo, la vida se le volvió ingobernable, le carcomió su interior y su aspecto físico, perdió por completo todo tipo de responsabilidad y vergüenza, se descontroló por completo, le quitaron sus posesiones y el apartamento, quedo a merced de la piedad y buena voluntad de las personas.
El vicio lo manejaba a él durante las 24 horas, cuando tenia algún dinero lo ocupaba para buscar algo de comer y de lo que le sobraba se dirigía a la vuelta de la esquina donde compraba una botella pequeña del vicio para escapar de la realidad, ahí le daban como migas mas néctares etílicos que lo satisfacían a veces y se regresaba al cuarto sucio donde le daban posada, el vicio para escapar de la realidad lo trastornó por completo y lo dejaba dormido en la calle, al despertar notó que le habían robado su cartera y demás documentos, camino como sonámbulo en línea recta, sentía una rabia y enojo por lo que le había pasado, pero lo único que pensó fue en conseguir mas dinero para salir otra vez de la realidad.
Consiguió un par de monedas y billetes, compró e ingirió una cantidad fuerte del néctar liquido etílico, pero esta vez lo sintió diferente, sintió como un fuego interno le quemaba la garganta, el estomago, los intestinos, un dolor fuerte en la cabeza lo hizo postrarse, se inclinó un poco, se agarró de un poste de luz eléctrica y un liquido verde y pastoso salió de su cuerpo expulsado por la boca, se afianzó tan fuerte del poste de luz que el liquido salió varias veces de su boca, cuando había terminado los ojos los tenia llorosos y rojos, camino divagando por la calle se sentó para descansar un rato en la cuneta de la calle, notó en el pantalón que llevaba (el cual estaba totalmente sucio y sin lavar) un bulto en la bolsa derecha del mismo, introdujo su mano derecha en la bolsa y era un sobre el cual no había abierto desde la fecha en que lo habían despedido del trabajo, lo desdobló y lo abrió, en el mismo había una nota que decía: “ya no estaremos juntos papito, pero si tu quieres nos podemos ver todos los fines de semana”; sintió otro golpe en el pecho y la melancolía junto con la tristeza le invadió todo su cuerpo, una lagrima brotó de su ojo derecho y se deslizó por toda la mejilla, cayó en el sobre que había abierto, lo dobló de nuevo y lo guardó en la bolsa derecha del pantalón.
Se levantó de donde estaba y caminó como perdido, no hallaba que hacer, entró a un lugar donde habían dos edificios de poca altura, unas escaleras de hierro y cemento los separaban a ambos, los miró hacia arriba y la luz del sol lo segó por completo, oyó unos ruidos y a unas personas hablando, subió a la segunda planta y notó a un lado a una persona hablando en un pulpito a otras personas con un libro en su mano y predicando, miró hacia el otro lado y otra persona estaba detrás de otro púlpito y un micrófono aumentaba la voz y expresaba sus experiencias a otras personas las cuales lo escuchaban con mucha atención y asombro, volvió a ver a su otro lado y miró hacia arriba, un letrero mostraba un rotulo que decía: “El Señor es la Solución”, giro su cabeza y en el otro lado notó un letrero que tenia dos letras mayúsculas iguales eran la primera letra del alfabeto estaban juntas en color blanco y encerradas en un circulo color blanco también, no sabia que significaban en ese momento, saco de nuevo el sobre que había guardado en su bolsa derecha del pantalón, lo volvió a abrir y lo cerró de nuevo, levantó su rostro hacia el cielo, miró hacia el local de la derecha y de nuevo hacia el local de la izquierda, sacó valor desde muy adentro de su interior y dijo: “Ya es suficiente, es tiempo de cambiar, aquí me pueden ayudar”, caminó y dio el paso importante para quitarse el vicio para escapar de la realidad, de su realidad.
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