La casona de sus sueños
- Si, esta es la casona - dijo la vieja, mientras barría la vereda, casi sin levantar la vista- ahora está deshabitada, han puesto un cartel de SE VENDE.
- Gracias, por la información - dijo la chica-, ¿sabe algo de sus moradores anteriores?
- Solo los comentarios de los vecinos, pero ya sabe, somos supersticiosos y exagerados.
- Bueno, gracias de nuevo - dijo la chica, mientras se acomodaba el sobretodo, por el frío - la veré más de cerca.
- ¿Piensa comprarla - pregunto la vieja, con aprehensión- y vivir allí?
- No, - dijo la chica, tratando de esbozar una sonrisa-, solo es... que, nada curiosidad.
- Bien - dijo la vieja, moviendo la cabeza en gesto de 'cada loco con su tema'. Y siguió barriendo esa vereda, como si no existiera el mundo cruel.
Lucia no consideró necesario contarle a una desconocida sus motivos, ¿para que?, decirle que vio esa casa en sueños, que eran sus pesadillas recurrentes, no y solo se acercaría un poco mas.
Cruzó la calle, mientras le parecía que la casona fingía indiferencia ante su llegada -¿fingía?-. Eso debería provocarle una sonrisa pero, extrañamente, ya no tenia ganas de sonreír.
Cruzó media ciudad hasta allí, cuando desde el transporte en el que viajaba vio esa casona, tan parecida a la de sus sueños. Sus latidos aumentaban cuando tomaba conciencia que era más que parecida, era idéntica.
Pronto estaría tratando de salir de la casona de SUS sueños, solo que aún no lo sabía.
Cruzó el cartelito de SE VENDE, ese cartelito de letras rojas, cuando juraría que sus letras eran negras cuando hablaba con la vieja, que aun barría como si solo viera el piso.
Solo había una verja y sin puertita, otra curiosidad, notó, de modo que llego hasta un par de metros de la casa para examinarla mejor, ¡la puerta esta entreabierta!, ¡esta casa no esta a la venta, esta abandonada¡ hay claridad adentro, seguro de la luz que se cuela por las ventanas.
Miró hacia atrás, como quien va a cometer una travesura y se fija que no lo vean, la vieja seguía con su rutina, por lo demás ni un alma junto con un silencio sepulcral.
La claridad del día y la claridad que provenía de la casa- engañosa claridad- hizo confiar a Lucia. Entró rápidamente y se dispuso a examinar, esos cuadros, esos muebles y puertas, si y… esos seres reptantes que ya se abalanzan hacia ella, junto con el murmullo que se transformaba en carcajada proveniente de los cimientos de esa casona que reía atrozmente y gritaba:
- ¡OTRA VEZ HAS CAIDO, BIENVENIDA UNA VEZ MAS A MIS DOMINIOS!
Aterrada, giró sobre si misma, pero allí no había puerta, solo una rojiza y latente pared, comenzó a correr por toda la casa, sobre un suelo transparente, que le permitía ver, generosamente, los horrores de un infierno de demonios y almas danzantes en agonía, junto con un griterío enloquecedor.
Estaba desnuda y garras invisibles cruzaban su cuerpo, buscando desgarrar su aterrada humanidad.
¡El espejo! si lograba llegar a el, podría romperlo y tendría una muerte rápida, ...si lograba llegar a el. Dentro de su ya locura e incoherencia veía la única salida...
Se lanzó con todo su cuerpo, ya cubierto de llagas, hacia el espejo, lo golpeo con sus puños lastimándose, pero partiéndolo en salvadores cuchillos de vidrio.
Jadeante tomo uno de ellos, y lo hundió en su cuello justo cuando la imagen de algo pugnaba por hacerse visible revelando un horror enloquecedor. Ella cerró los ojos mientras su sangre salía a borbotones de su cuello. Le había ganado una vez más, encontró la salida de la casona que aun tanteaba su cuerpo moribundo que de pronto lanzo su último grito:
-¡NOOOO!
Esta vez se cayó de la cama al despertar, transpiraba a mares. Pero aún sentía la agitación y adrenalina. Junto con el miedo sentía rabia y arrastrándose hacia la ventana, llego a ella y miró hacia afuera, claro, la casona de enfrente, la de sus pesadillas, estaba allí.
Se sentó en el piso junto a la ventana miró hacia el techo, luego de un largo suspiro reflexionó:
- Creo que ya es hora de mudarme de aquí.
ggg
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