Como loca y después de algunos minutos logró reponerse, solo tenía dos horas para saber la verdad, pero por donde comenzaría, su madre había muerto cuando ella era muy joven y a su padre nunca lo conoció, por si fuera poco hacia solo algunas semanas que se había mudado a la ciudad.
Nerviosa y a punto de llorar entonces fue al callejón a donde todo había empezado y en donde por primera vez se había manifestado ese ser o por lo menos eso era lo que ella pensaba.

Exponiéndose al peligro volvió a pasar por las mismas calles oscuras, sin que esta vez ocurriese nada, el mundo en general parecía no verla, ni escuchar su voz, era un completo fantasma.

Sin tener mas nada que perder entonces decidió invocar al demonio antes de la hora estipulada, para ello solo debía colocar en riesgo su vida y así lo hizo, ingiriendo una gran cantidad de pastillas que le provocaron una sobredosis que la tenia entre la vida y la muerte.

Su cuerpo aunque yacía en ese callejón oscuro, permanecía inmóvil. Su espíritu por otro lado parecía haberse desprendido al estar agonizando y viviendo sus últimos minutos de vida.

Al estar prácticamente del lado de los muertos, observó rostros que se acercaban a ella y de entre los cuales solo alcanzaba a diferenciar dos el de su abuela y el de su madre. Ambas mujeres parecían estar atadas a un ser al que ella no alcanzaba a distinguir.

Al acercarse observó el panorama con mas detalle que el que hubiese querido obtener, ambos integrantes de su familia se encontraban torturadas, llenas de moretones y suplicando que las auxiliasen, al fondo el ser que las sostenía era una tercera mujer que parecía disfrutar del dolor de las victimas.

Entonces en un intento por liberarlas le preguntó ¿Quien eres tú?

La extraña mujer que hasta el momento reía le dijo:

- haz venido antes de lo pensado

Para la joven era un enigma todo lo que se encontraba ocurriendo, pero antes de volver a formular la pregunta nuevamente, tras de ella percibió la sombra maligna que había estado a su lado y que siempre sintió pero nunca quiso aceptar.

Desde niña un demonio le hablaba y la perseguía, en sueños le decía:
- recuerda que siempre somos dos.

Llena de pavor y resignada a que pasara lo que tuviese que pasar preguntó:
- ¿Qué quieren conmigo y mi familia?

La mujer muy seria le contestó:

-“Hace ya muchos siglos tu maldita familia fue responsable de que acusaran a mi hija de brujería y la quemara en una hoguera. Ella era un ser inocente, como tú, tu abuela y tu madre, pero eso no les importó.

Desesperada busqué la ayuda de un ser mas allá de toda existencia que maldijera toda tu estirpe, tal maldición consiste en permanecer a su lado desde que nacen haciendo parte de la vida del maldecido, para luego cuando se encontraran en dificultad auxiliarla y cobrar en compensación el alma de la persona salvada”

Para la joven estaba todo claro la frase “siempre cuenta dos” no es mas que su alma mas el demonio y tal combinación solo tiene un fin, la condenación.

Entonces pensando fríamente le dijo:
- si eso es cierto tu maldición muere conmigo, además mi alma no la tendrás ya que decidí quitarme la vida antes que tu perro rabioso cobrara la deuda.

Por un momento todo permaneció en silencio, pero ella tenia razón.

Ante la nueva situación entonces la anciana le dijo:
- Te quitaste la vida, tu alma no descansará, así que poseo toda una eternidad para pensar la manera de obtener tu espíritu.

Pero antes siquiera de permitir que la mujer riera, la joven llena de una seguridad le dijo:
- y ¿Cómo lo harás? Recuerda que tu demonio y Yo somos dos, el deberá permanecer por siempre a mi lado así que tu mundo de maldad termina aquí ya que no podrás tener cautiva a mi familia. La maldición acabó.

Ciertamente en la maldición estaba la salvación de toda una familia ya que sin demonio carcelero no había prisión de almas, el demonio debía permanecer al lado de la joven siempre sin tocarla, ni hacerle daño, hasta que pudiese cobrar un favor que jamás iba a poder hacer, porque en el mundo de los espíritus, los humanos que hacen daño no tienen injerencia.


FIN