Cajón Oscuro
Otro día más,
otra mañana más,
la vida sigue.
Estamos juntos en nuestra soledad,
las cavernas de nuestras bocas
comunican la falsa verdad,
mientras el interior de nuestras almas,
bulle en la oscuridad.
La verdad se esconde en el rincón
más apartado y ciego de nuestra habitación fría,
que conserva nuestro ser único y siempre solo,
rodeado de miedos y oscuros habitáculos que se tocan,
chocan en la oscuridad,
y siguen su camino sin retorno,
a la más fría,
congelada, tal vez,
del pudrir de gusanos.
Solo como al salir del antro oscuro,
caliente y húmedo de nuestra Madre.
(La única que conoce la combinación,
de la cerradura de nuestra trampa eterna).
Sin luz,
sin calor,
sin sol de vida.
Solo un laberinto de soledad
y golpeo contra la pared inhóspita
de nuestro pensar interior.
Siempre ignorante,
siempre redondo hacia la muerte.
Aguilagris
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