Me encanta el frío por la mañana
Que el orden entre por la ventana
Así se ha de hacer en adelante
Y no se diga palabra más, no repetiré
Por la ventana entré y para quedarme, pirata o fantasma -o un hada rosadita- puedo ser quién yo quiera, tal vez un dinosaurio con colmillos enormes o un dentífrico con dolores de muela, da igual. Decían que antes aquí rondaba un viejo alharaquiento, que gozaba
con limpiar vidrios y así poder usurpar tranquilo las imágenes de la vecina y la tía de la vecina- que pucha que está como el vino- pero si yo puedo pecar de vanidoso,
el otro de cochino.
Cochino encontré el lugar
Que mi padre me heredó
Hasta ratas llegué a hallar
Y fotos antiguas de Rimbaud

Bellos días fueron los siguientes
Como en tiempos de mi abuelo
Afuera el anarquista de mi padre
Porque yo he ganado el duelo