Piel

Abrió el portón y se le ocurrió la idea. Se devolvió y entro- ¡Manos a la obra! Exclamo.
Santiago estaba a un lado del autobús pensando en que minuto Marcial le haría entrega del cuadernillo que con mucho agrado lo diseño, para ejecutar el proyecto de teoría sociológica y de técnicas cualitativas II. Ahora sí que pasó los exámenes se dijo a sí mismo, observando por la ventanilla.
Abrió otra vez el portón, con confianza espero en la segunda parada de autobús, apretaba el cuadernillo tanto, que la mano izquierda sudaba junto a la gran portada.
Santiago sorprendido sacando la cabeza por la ventanilla grito: ¡Hey,Hey Hola Marcial!
El autobús paro, Santiago corrió hacia su amigo, tratando de adivinar lo que tenia Marcial en su mano izquierda.

-Bueno no fue nada, solo lo leí una vez pero luego me dormí.-Se apresuro a contestar Marcial haciendo entrega del cuadernillo a Santiago.
Se despidieron con un abrazo amistoso y Marcial se fue prendiendo un cigarrillo.

Acostado sobre el sillón Santiago acomodo su cabeza sobre el cuadernillo, respiro y lloro con una risa tendida a locura. Se dijo no hay nada como el olor a piel humana, se durmió.
En el bar Marcial no entendía porque el perro se había comido la tarea de Santiago, aunque lamentaba que no le quedo nada parecido al original, aunque arriesgo su sofá de cuero para la gran portada del cuadernillo.

Santiago pasó los exámenes.


Nota Aparte

Aferrarse al suelo no es tan importante si ese suelo puede ser alcanzado y abandonado a voluntad, en poco o en casi ningún tiempo.

Bauman, Modernidad Liquida.