Las sabanas gastadas En los cuerpos brillosos Testigos del abrir de piernas Y el cerrar de ojos... Ellas, cansadas de cubrir La degeneración del gemido, Manchadas con la prueba del placer Lastima no ser nosotros Y ser otros en nosotros En nuestras sabanas. El mesiaz
Texto agregado el 06-11-2012, y leído por 178 visitantes. (4 votos)