Por favor calla
el viento puede llevar
nuestras voces
y rebelar nuestros secretos.
Estos amores prohibidos
son solo tuyos y mìos.

Estamos condenados a amarnos
con todos los silencios,
tù caminas por otros parajes
y yo cercquita de los abismos,
solo hoy hemos atravesado
juntos el viejo puente.

Mañana me irè
antes que la humanidad se levante
sin hacer ruido para que el viejo
can no me delate,
tù te quedaràs esperàndome
con todas las nostalgias
despuès de recorrer mi cuerpo
de punta a punta
y yo el tuyo de extremo a extremo.

Nos tocarà esperar
la complicidad de otra noche,
lejana tal vez, pero necesaria
para saber que estamos vivos,
ya que este sentimiento crece
como una hiedra
enredando nuestras almas
y el placer fluye de nuestros cuerpos
ajeno tu cuerpo, ajeno mi cuerpo,
pero propietarios del desenfreno
aunque sea por unas horas.

Mientras todos dormìan
los dos estabamos màs despiertos
que los condenados
esperando el ùltimo minuto
para partir sin saber
el instante del regreso.

Pero los dos asì lo hemos elegido
por una noche de caricias
nos toca esperar siglos de ausencia
y aùn asì tenemos las esperanzas
sabiendo que tù y yo
estabamos prohibidos,
al igual que los dìas,
solo nos pertenece una noche lejana
que tal vez no llegarà jamàs,
con todo y eso no nos atrevemos
a matar los deseos
y este amor que duele.

AUTOR: PEDRO MORENO MORA
@ DERECHOS RESERVADOS.