No para de sonar.
Suena y suena desde dentro.
Hacía tiempo que no lo escuchaba,
ahora resuena con más fuerza que nunca.
Me sorprende en cada golpeteo,
están dentro de mi ensordeciendo
mis movimientos y reflexiones,
es el oro y la plata de tus palabras y
tus caricias saladas del mar gaditano,
el lienzo blanco de tu mirada
en el que quiero pintarme
por siempre hasta que la vida nos agote.

Mis pulsaciones
golpean al son de tus pasos,
que le han devuelto la razón a mis sentidos
y siempre quieren sentirte cerca,
sin adornos, sin miedos ni prisa.
Siempre quiero sentirte cerca.