Quiero decir que Te Quiero
Se levanta el telón, la escena; una tarde aparentemente cualquiera alrededor de las 5pm. No hay mucha gente transitando las calles, y el aire corre suavemente por los alrededores haciendo resonar las hojas de los árboles y perdiéndose entre ellas. El sol, este día parce brillar suavemente sobre las pocas personas que caminan por el parque que ya muchas veces hemos visto. La cámara enfoca la peculiar banca que ya conocemos, pues ha aparecido en innumerables escenas, pero esta vez se encuentra extrañamente vacía. La escena se mueve un poco y en efecto, encuentra a Santiago quien está de pie un poco a la izquierda, se encuentra observando y esperando, esperando la tan ansiada aparición de la Dulce niña Yessenia.
Santiago (Voz en Off): (Suspiro corto) ¿Alguna vez han tenido un día que cambio su vida para siempre? Yo creo que si, en lo personal yo he tenido 2 o 3 o 10 en la mía, así que supongo que ustedes igual. La historia que les contare el día de hoy es uno de esos tanto días en mi vida, un día que aunque pudiese cambiar no lo haría… El día que descubrí que la quería.
El joven esta un tanto ansioso, con ganas de verla, tantas que de hecho cree verla en cada silueta que a lo lejos encaja con su figura. Tan perdido se encuentra en sus pensamientos, pensamientos sobre que hará esa noche, la misma pregunta ronda su cabeza, “¿Qué pasara hoy?”
De pronto un delicado toque en su hombro rompe abruptamente los pensamientos del joven niño, él voltea su mirada por encima de su hombro, y como quien es deslumbrado por la luz él chico parpadea rápidamente. Parece que aún no ha caído completamente de la nube de su mente, y tardándose en reaccionar se queda observando sin poder decir nada. En el fondo él ya se ha dado cuenta de que Yessenia está enfrente suyo con esa típica sonrisa que le caracteriza, pero prefiere observarla, se ve especial mente linda el día de hoy, lleva un vestido café que hace resaltar la tez de su piel, su cabello como de costumbre suelto cae por sus hombros delicadamente, sus tiernos ojos reflejan el brillo del sol sutilmente, sus labios tan lindos y tersos dibujan una sonrisa dándole un toque hermoso a su rostro. De alguna manera eso explica la expresión tonta y perdida de Santiago.
Yessenia: (Gira un poco la cabeza, y mira los ojos del joven) Ene, oye Ene, ¿Estas bien?
Santiago: Ah, eh. (Reaccionando de nuevo, pero con su expresión algo distraída) Jajá si algo así, perdón.
Yessenia: (Sonriendo tiernamente) Bueno ¿Nos vamos?
Santiago: Aaa ¿A dónde? (Haciéndose el tonto).
Yessenia: Jajá ¿Seguro que te sientes bien? ¿No recuerdas que hoy me invitaste a salir contigo?
Santiago: (Sonriendo) ¡Claro que lo recuerdo! ¿Crees que lo olvidaría? (La mirada de Santiago cambia repentinamente, ahora son ojos de “Borrego a medio morir”) Por cierto, te vez muy linda hoy.
Yessenia: ¡Baka! (Lo dice en un tono un tanto apenado, incluso sus mejillas toman un color rojizo).
Santiago: (Al niño le causa ternura y un tanto de gracia la expresión que ha tomado el rostro de la niña) Ya, ya, que no te de pena, sabes que es verdad.
En un gesto tierno de su parte, Santiago acaricia el cabello de Yenia de una manera un tanto fraternal, a la niña no le agrada mucho pues entendemos que la hace sentir como una niña pequeña e indefensa, su rostro se tiñe un poco más de rojo y en un intento de ocultarlo se cubre con sus puños, al joven solo le hace gracia. La niña comienza a caminar y toma la delantera dejando a Santiago atrás, de nuevo.
Yessenia: (Volteando su mirada) Andando se hace tarde (sonríe levemente).
Santiago: Jajá está bien, vamos, vamos, (El joven corre para alcanzarla y la toma de la mano) Con lo rápido que vas te puedes perder niña.
Yessenia: (Le lanza una mirada acusadora) Ok, solo por hoy confiare en ti.
Santiago: Jajá me parece perfecto, por cierto ¿A qué hora debo devolver a la princesa a su casa?
Yessenia: Mmmm… (En un gesto de “hacer memoria” voltea la mirada al cielo, aparentemente pensando) pues mis padres no están el día de hoy, solo no abuses del tiempo ¿Entendido? (Con un tono un tanto autoritario).
Santiago: Mmmm… Pues la Cenicienta se va a casa a las 12:00pm.
Yessenia: ¡Ya deja eso! (Se nota que las “bromas” del niño le dan más pena de lo que le molestan).
Santiago: Tratare (Su mirada nos indica que ni siquiera hará el intento) Sabes que me encanta hacerte enojar (habla con un aire irónico en la voz) después de todo eres una niña berrinchuda.
Yessenia: ¡Shigai! (Significa “No”) ¡No soy berrinchuda!
Santiago: Jajá ¿Lo ves? Berrinchuda…
Yessenia: (En voz baja y casi para sí misma) Baka…
El chico la mira mientras tiene una expresión que denota felicidad en el rostro, parece no entenderlo pero se siente feliz, voltea la mirada al cielo, el cual aún se encuentra azul, un cielo preámbulo a la tarde. Lo último que vemos es la sonrisa reflejada en los rostros de ambos niños mientras se miran y caminan de la mano, aunque aún ninguno entiende lo que siente por el otro, aunque ninguno lo quiera aceptar, ellos saben que disfrutan del tiempo que pasan juntos, no importa si es: jugando, peleando, o simple y llanamente hablando, a ellos les justa estar juntos y tal vez pronto se den cuenta de eso. La escena se funde con la siguiente, en este escenario nuevo ya es algo tarde puesto que notamos que ha comenzado a oscurecer.
En primer plano tenemos ahora la toma de una casa que deberíamos recordar, es la casa de Susana. Por la acera del lado izquierdo vemos llegar caminando a Yessenia y Santiago, no se escucha nada pero por los movimientos de ambos se entiende que van jugando como siempre.
Santiago se acerca a la casa y toca el timbre de esta, el lugar, para sorpresa del joven, se encuentra demasiado ruidoso, “Mucha bulla para una simple reunión de pocos amigos” dice para sí mismo. Pasa un poco de tiempo pero nadie atiende a la puerta, en una acción de confianza él chico comienza a tocar repetidas veces el timbre, y no deja de hacerlo hasta que oye a alguien acercarse desde el otro lado de la puerta, para su sorpresa quien lo atiende es Susana, “Sinceramente esperaba que Omar abriera” piensa el niño.
Susana: ¡Yei si llegaste! (Notamos por su tono que esta alegre y algo agitada).
Santiago: Perdón… Se nos atravesó un Gato negro de camino y tuvimos que tomar el sendero largo.
Yessenia: (Hable entre dientes y casi sin escucharse) Jajá Mentiroso.
Susana: (Volteando a ver a Yessenia, se le nota un brillo en los ojos) ¡Hola! Tú debes ser Yenia ¿Verdad?
Yessenia: (Algo cohibida) Etto, pues, pues si…
Susana: Jajaja ¡Genial hice que te apenaras!
Santiago: Ya déjala (la mira seriamente y con una expresión acusadora) Es más, ¿Nos dejaras pasar o nos vas a dejar afuera?
Susana: O ahora que lo mencionas… ¡Es cierto! Adelante (sonriendo de una manera muy enérgica).
Todos se deciden a entrar, la primera en entrar es Yessenia quien se queda observando maravillada todo el lugar, como ya sabemos es una casa bastante bien adornada, ese tipo de residencias que lucen más a la luz de la luna. Santiago se adelanta hasta alcanzar a la niña y se queda observándola sin decir nada por un momento. Susana cierra la puerta y va detrás de ellos guardando cierta y a la vez corta distancia.
Yessenia: Sugoi
Santiago: Lo sé es genial, te gustara más cuando entres, ven vamos.
El joven toma la mano de Yessenia, y ella sorprendida se da cuenta de que se está acostumbrando a aquel gesto de parte de Santiago. La niña observa sus manos entrelazadas por un momento, su mirada parece decirnos sus pensamientos, “Aunque hace frio su mano es cálida” y casi sin querer sus labios esbozan una sonrisa. Ambos chicos atraviesan la puerta, aun se escucha demasiado ruido, y Santiago se queda algo extrañado, hay más personas de las que esperaba ver.
Santiago: (Volteando a verla) ¿Ocurre algo?
Yessenia: No nada (Ahora ambos están viéndose fijamente)
Santiago: A ya se… ¿Demasiada gente verdad? (Pone su mano izquierda sobre su nuca)
Yessenia: Si, creo que es eso, no te fijes.
Santiago: (Mirándola con interés) Eres medio rara ¿Sabes? Bueno yo también estoy algo sorprendido, se suponía que no habría tanta gente, ¡Susana! ¿Qué rayos paso? (Con un tono de voz más alto, pero sin llegar a lo molesto, es más bien para hacerse oír).
Susana: (Incorporándose a la conversación) De hecho nada, ya sabes… Omar… Se enteraron de que haría fiesta y ¡Helos aquí! (Abriendo las manos en gesto paródico).
Santiago (Voz en Off): Saben, Omar era ese tipo de persona, ya saben cómo el niño que llega con un balón al parque y se pone a jugar solo sin otra intensión que divertirse, de repente, todos los demás niños del lugar lo ven, y aunque estén jugando a otra cosa se ponen a jugar con él, porque él hace el juego más divertido, y justo cuando este niño se tiene que ir a casa los demás se aburren y dejan de jugar también. Él era, un imán de gente, siempre admire eso de Omar.
Santiago: Jajaja ok, ok, entiendo.
Susana: (Su expresión delata preocupación) Santi… Voltea, (señalando con la mirada a espaldas del chico) Alguien te está buscando niño.
El chico voltea algo despreocupado la mirada sobre su hombro derecho, y en efecto quien lo busca es su novia, Jennifer. Santiago abre los ojos algo sorprendido, aparentemente se le había olvidado por completo que ella estaba ahí, y otra cosa que se le había olvidado, soltar la mano de Yessenia. Jennifer llega al lugar donde esta Santiago, Yessenia entiende un poco la situación y ella es quien lo suelta.
Yessenia: Vamos, podías soltarme, no me voy a perder (sonriendo más para Jennifer que para Santiago).
Santiago: (Entiende el favor) Cierto perdón, se me olvido, es que ya vez, la gente.
Jennifer: (Anexándose) Perdónalo es medio lento y olvidadizo, pero aun así lo quiero (Ella rodea con sus brazos a Santiago por la cintura, en un gesto de “Marcar territorio”, le besa la mejilla y se mete por debajo de su brazo).
Yessenia: (Algo extrañado) No te preocupes, no me molesta.
Susana: (Su expresión esta algo sorprendida) Esto esta tenso.
Santiago: (Se le nota un tanto preocupado pero interrumpe abruptamente el ambiente tan “cortante”) ¡Cierto! No he hecho presentaciones, bueno, bueno, Jennifer ella es Yessenia, Yessenia ella es Jennifer.
Jennifer: Aaa eres la amiga de mi novio, perdón por no preséntame yo.
Yessenia: No te preocupes, Ene habla tanto de ti que ya siento que te conozco bien. (Le lanza una mirada de cómplice a Santiago) ¿Verdad Ene?
Santiago: Aaa, si es verdad, (Aun no sabe qué hacer o decir, pero nota la mentira de Yenia).
Jennifer: ¿Ene? Bonito apodo Amor, me gusta, es intrigante, ¿Te molesta sí lo uso Yessenia?
Yessenia: Aaa, no en lo absoluto. (Casi por un instante, notamos que esta pregunta le incomodo).
Jennifer: (Separándose del muchacho) Bueno “Ene” (añade con cierto sarcasmo) te veo en unos momentos ¿Vale? Tengo que buscar a tu amiga Paola, por alguna razón me pidió que lo hiciera. Bye-bye Yessenia, un placer.
Yessenia: (Sonriendo levemente y casi forzadamente) claro, encantada igual.
Antes de irse Jennifer besa a Santiago en los labios con suavidad, él no reacciona y solo corresponde, nos da la impresión de que lo hacen sin ganas.
Santiago: (Suspiro corto) Está bien te veo después.
Susana: (Acercándose a Santiago) Eso fue incomodísimo…
Santiago: Lo sé, recuérdame agradecerle a Paola, creo que se la debo.
Susana: Claro, ahora vete corre.
Santiago: Vale, te veo luego.
Susana: Suerte.
El chico da media vuelta y se dirige a Yessenia, ella solo lo mira con la cabeza inclinada un poco sobre su hombro derecho, pareciera que quiere decir algo, pero no dice nada.
Santiago: Perdón por eso, ¿Nos vamos? (Él extiende su mano para tomar la suya).
Yessenia: (Poniéndose a la par del chico, pero sin tomarle la mano) ¿A dónde vamos? (Sonriendo)
Santiago: (Confundido y regresando su mano a su bolsillo) Solo sígueme ¿Vale?
Ambos chicos dan la media vuelta, la cámara enfoca sus espaldas, la toma cambia y ahora están Omar y Susana, uno al lado del otro, ambos observan a Santiago y Yessenia salir por lo que parece ser una ventana excesivamente grande, como del tamaño de una puerta, lo último que se ve es a ambos subir las escaleras.
Susana: Tenias razón, él es un tonto.
Omar: Pero es nuestro tonto.
Susana: ¿Crees que le vaya bien?
Omar: Es nuestro tonto con suerte.
Susana: Jajajaja como digas, en fin ven (toma de la mano a Omar) vamos a Bailar.
Omar: (Confundido y sorprendido) este…
Susana: (No lo deja terminar de hablar ni oponerse) Venga vamos (se lo lleva jalando *arrastrando* de forma graciosa fuera de la toma).
La escena se funde con la siguiente, ahora es un lugar donde apenas se escucha todo el ruido de la fiesta, solo se alcanza a percibir la música, da la impresión de ser la música de fondo. Después del paneo que efectúa la cámara comprendemos que es la azotea de la casa. Es más bien un Jardín en el techo de la casa, adornado con plantas y flores, un ambiente bastante agradable, y lo es más aun con el cielo por techo, un firmamento despejado y con esos pequeños puntos brillantes (Estrellas) adornándolo, el viento corre suave y plácidamente, ambos chicos están sentados uno al lado del otro en el suelo de ese lugar.
Santiago: Perdón por lo de hace un rato, ella no siempre es así.
Yessenia: (Sonríe y niega con la cabeza) No te preocupes, la entiendo, también soy niña aunque no lo parezca a veces ¿No deberías estar con ella ahora?
Santiago: No te preocupes por eso, estará ocupada buscando a Paola, Jajaja y con lo difícil de encontrar que es.
Yessenia: (No puede evitar reír pero se contiene) Jajá Baka (Cambiando su expresión a una más seria) Ya hablando enserio, deberías buscarla, es un chica muy linda.
Santiago: Jajajaja tu definición de “Linda” es rara.
Yessenia: Lo digo enserio, no todo lo que te digo es una broma, (Se levanta del suelo) hay que bajar, se puede molestar sí no te encuentra.
Santiago: (Alcanzando a tomar su mano antes de que termine de levantarse) No te preocupes por eso, además yo te invite para estar contigo, no te dejare con un montón de gente que no conoces.
Yessenia: Puedo irme a mi casa, eso no importa (le sonríe al chico como sí nada le preocupara).
Santiago: (Saca su celular y mira la hora, son las 10:35pm) La Cenicienta se va a las 12:00pm.
Yessenia: (Se ríe un poco, y con cierta burla) Jajá yo no soy Cenicienta, y tú tampoco eres un príncipe Azul (Algo en las palabras de Santiago la hacen cambiar de opinión y toma asiento a su lado de nuevo).
Santiago: Jajajaja ni intento serlo, los príncipes azules son bastante (Piensa un momento la palabra indicada) bastante Gay’s, y muy molestos.
Yessenia: Jajaja ¡Sí! Tienes razón, yo preferiría a un Romeo que fuera de lo más lindo conmigo.
Santiago: (Sonrisa de Colgate) ¡Yo soy Lindo!
Yessenia: (Lo mira con un tanto de interés) Está bien, tu eres un Romeo.
Santiago: Entonces somos ¿Romeo y Cenicienta?
Yessenia: Jajajajajaja eso es una combinación de lo más rara sabes.
Santiago: Si… supongo que un poco, pero esas combinaciones son las mejores, nada como las combinaciones raras.
Yessenia: ¡Eres un raro! (Lo dice más como un alago que como un adjetivo despectivo) Creo que no me equivoque contigo.
Santiago: ¿Eh?
Yessenia: Cuando nos conocimos dijiste que tus días eran muy aburridos, y creo que también los míos, me alegra haberte conocido Ene, por cierto, ese sobrenombre tiene patente, díselo a tu noviecita.
Santiago: Jajajaja descuida lo hare, tú también has hecho mis días un poco mejores.
Yessenia: (Bajando la mirada al suelo) ¿Solo un poco?
Santiago: (Toma el rostro de Yenia con sus manos y lo levanta, ambos quedan a una distancia muy corta) Ya sabes a qué me refiero (Le sonríe con ternura).
Yessenia: (Se sonroja y voltea la cara rápido) Creo que deberíamos bajar.
Santiago: Mmmm ¿Segura quieres bajar?
Yessenia: Mmmm realmente…
Santiago: (Apresurándose a contestar, su manera de hablar debería recordarnos a los que anuncian infomerciales) Tenemos refresco, vasos, música de fondo, un buen clima, no veo porque bajar.
Yessenia: Ok tu ganas esta vez, pero sírveme refresco vale.
Santiago: (Haciendo una reverencia) Lo que ordene su majestad
Yessenia: ¡Ya deja eso!
Ambos chicos se quedan mirando, la expresión de enojo fingido de Yessenia desparece, Santiago se comienza a reír y ella corresponde de igual manera, ambos prefieren estar juntos, se divierten juntos. La cámara enfoca el cielo nocturno, la Luna brilla, las estrellas resplandecen, el viento sopla, y las Nubes opacas desaparecen dejando un panorama de bendita tranquilidad.
Santiago (Voz en Off): En ese momento comprendí que lo que había venido sintiendo hasta ahora era algo más que un simple cariño de amigos como el que sentía por Susana o Paola, era incluso más grande que él que sentía por Jennifer, era un sensación que me hacía querer estar a su lado, tomar su mano, ver su sonrisa, y más aún ser el motivo de esa sonrisa que iluminaba mis días y lo hacía mucho mejores. Yo en aquél momento quería decirle… Te Quiero Yessenia.
FUNDIDO EN NEGRO.
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