Ciudad de Rio de Janeiro 1969:
En aquel medio día, se sentio la entrada del verano Carioca, corría una muy agradable brisa,
La señora Lazzierf, tomo aquel día un taxi,
que la condujera a Leblond,
rompiendo con las reglas, de su entorno,
avanzaba plácidamente el coche por la avenida Getulio Vargas, después subió, hasta Copacabana.

La distinguida señora, le indico al chófer del coche que la condujera hacia la plaza Mahua en el puerto de la cuidad,
se detuvo el automóvil,
justo en una gasolinera,
donde ha dos años atrás,
vio por una primera ves , ha un hombre que le llamo mucho la atención.


Este hombre tenia un aspecto de oriental, una mezcla de árabe o gitano,

}sus ojos eran de un color, cafés pero a la vez profundos para la señora,
miraban con distancia y a la ves con una expresión, de absoluta meditación,{
tenia una barba tratada,
muy bien cortada, vestía una indumentaria completa de trabajo,
Y fue en aquel instante , de estas cosas que suceden de ves en cuando, en todo ser viviente, que lleva sus emociones,en su estado más profundo.


la imagen de este hombre le quedo en la retina durante dos años,
pero en aquel día, la señora sentía desde aquella mañana, que algo de especial, podría sucederse, caminando dos cuadras hasta el mercado municipal,
encontró, el apacible lugar, con pescados, legumbres, mariscos, hortalizas, especias, frutas,
pasaba sus ojos en el constante recuerdo de aquel hombre,
salio de los arcos del mercado, que dividían su interior con la calle,

cuando justo en la esquina , vio ha un hombre que vestía, una blusa color azul mar, un pantalón crema, unos zapatos muy livianos con calcetines de seda,
se acerco con una decisión muy resoluta aun que nunca tuvo una conversación con el extraño, buscando sus misteriosos ojos,
y eran estos ojos, los que ella busco,
El hombre no se movió del lugar, solamente inclino muy sutilmente la rodilla hacia adelante, y ella no le hablo, pasaron unos segundos, y el saco unas llaves de su estrecho bolsillo.

El hombre con sus ojos miro una casa color verde, con una amplia puerta, la señora lo siguió,
con decisivos pasos , cruzando la calle, dentró
ha la habitación del extraño,
este no se movió del lugar, cerro la puerta,
le tomo su cartera, la despojo de su delicada blusa,
le abrazo su bella espalda, le puso sus labios en el cuello, y inició su seducción preliminar,
sus largos dedos pasaban por los senos encendidos de la señora,
el esbelto cuello , se expuso en su total entrega,
dejando en absoluto silencio, que el extraño pusiera toda su naturalidad de experimentado amante,,
La bella señora,no puso limites en su fantasía,
si pudiese morir allí lo desearía,
pasaron horas amándose,
no existirían limites , entre cuerpos tan libres,
ambos no recurrieron ha palabras,
todo lo que aquel extraño hombre , poseía,
fue de total sueño,
La Señora Lazzierf, ya conocía el camino, de su amante, todos los fines de semana, lo visitaba,
no tenia que poner ninguna traba para hacerlo,
su bella concurrencia al amor, fue un habito por años ,
cada ves mas intensos,
cada ves mas cerca de la total locura, mezcla de felicidad y sueños....

Juan_Poeta