Ella tiene siempre sus ojos rojizos bañados por el ensueño vaporizado y en sus pupilas una ansia dibujada. Sus ojos como lentes telescópicos atentos a la clase en medio de la obscuridad somnolienta un bostezo resiste. Ella pone la mano sobre el cuaderno la mueve como acariciando la superficie y me invita a tomarla con sutilidad. Quiero hacerlo porque ella me invita voy a sentir su piel con olor único sobre la mía de idéntico color. Su figura derecha, delgada, plena de sensualidad borra la explicación oral en el interior del aula como brisa en tiempo de sequía. Tocaría su mano, porque estoy a un solo paso los zapatos casi juntos, nosotros casi juntos compartiendo un calor sobrehumano. Tocaría su mano sin miedo alguno pero ella sólo aparenta y de soslayo… me ve con sus siempre ojos rojizos.
Texto agregado el 03-11-2012, y leído por 128 visitantes. (3 votos)