MOSTRADORES
(Cuento poético )
Daniel O. Jobbel

Pueda que suceda;
"que algún día un tipo no sea feliz;
entonces sera ya,
que no escriba más"
dices poeta;
puedo ser bohemio
y dejar que el instinto
se lleve lo que sobra de mi pobre alma;
pero siempre que haya,
raros, locos, sensibles,
mágicos, leales, tiernos;
cretinos y malaleches;
huelgas de putas en San Valentin,
pañuelos versatiles;
histéricas y amantes,
la inocencia del Chavo,
un beso,
un último pucho;
un blues de Pappo,
tacones como puñales,
ese libro por leer,
pájaros silbando,
mujeres pariendo,
ese cine con Jack Sparrow,
los epílogos
y las traiciones por catálogo;
las pastillas de los abuelos,
picaportes que abran al querer,
empatía de un mismo palo,
el frío,la risa,
el hambre en las tripas,
canillas de cervezas
hasta que caiga la última noche;
y una rosa; ¡sí una rosa!
aun así
el amor estuvo allí. Y habrá poesía...

Bebo, sí, bebo,
¿acaso todo el mundo no bebe?
¿ Como iba a poder aguantar si no?
¿Mujeres? Oh, sí, mujeres, por supuesto.
Algunas Penelopes que al amarlas
despertaron y enmoecieron
a cada vuelta de sábana.
Si el camino nos cruza algun día
por esa vereda con tus lanas apoliyadas,
obsequia tu beso
y no te aflijas.
Déjame tu ironía también. Me sirve.
Si ves que estoy pensando en
otra cosa, olvida.
No es nada malo,
es que pasó una vida.
Aquella de un tipo trasnochado;
que amo con instinto animal,
con el último beso
de la Mujer Araña.
¿Y entonces? no te asustes,
todo pasa.
Por eso poeta,
No voy a escribir sobre
bocas de incendios que no las hay;
ni botones en barrigas
con grasa de las capitales;
ni de tinteros
con sangre coagulada;
ni de noticias enrostradas
por una Gatubeda de noticiero.
¡Sí digo,bajo la lluvia!,
ésa lluvia,
ya no hay cuento de hadas
ni milagros,
ni medidas de zapato,
ni carrozas de calabazas.
Entonces poeta, ¡tú puedes!,
construye risas, alegrías.
Puedes aportar amor...

Un tipo rescató el vaso
que esperaba
del delivery a lo Corto Maltés,
como garrapiñada de deseo,
bebió un trago y
el cabeza de cebolla,
paladeo como
sí catara un vino de marca y
cosecha; y allí cayó en el estaño.
En los largos
mostradores de un bar
a lo Hemingway,
la leyenda acaba en las cloacas.
Un chabón ríe;
viene de esos callejones
que funden
alcoholes y orines
donde solo los peores botezan
bullicio amargo.

Por eso poeta...
Deja que el viento murmure
sobre la perfección de las flores;
el jardín renazca y brille con
la primavera:
Hay algo posible,escribe;
el amor ha crecido ciego
sin remiendos,
sin puntadas,
sin contar las horas.
Una lluvia desciende vertical
desde los faroles de luna
sobre el asfalto;
poeta, el mundo sigue, sigue,
entonces apuesta a tu verso.
Puedes construir la alegría y
besar los tragos de alcohol.
Aunque la vida afuera sea una piltrafa, poeta
'Mi sentido
de la humanidad
se ha ido por el desagüe',
dices,
'dónde el negro es el color,
y ninguno el número ' ...

No sé cuántas botellas y no de agua,
bebí mientras esperaba que las cosas mejoraran,
la lluvia es fresca;
la yuta es nula;
un piano suena;
el vientre de las pendejas
revientan de cervezas,
el amor se siente...
Aprieta un seno de doncella ese
broderie azul y
te obsesiona poeta maldito.
La vida bulle
y la ciudad arde,
y el cielo se resuelve en lluvia.
Un mazo de cartas flota en el aire
alrededor de los vasos;
un ancho de espada
mata al rey de copas,
la zota ríe, sólo ríe...

Mira como se llenan los vasos
en los mostradores mágicos
de una cantina,
la vida está vacía,
la cabeza está lejos,
en alguna parte de la cuidad,
piensa aquel poeta, piensa.
¡ Qué refugio raro es un bar,
en donde uno pueda
satisfacer confianza!;
necesito saber sí existo,
tarde para estar en cualquiera
de los dos puntos
donde debía estar a la
misma hora, amantes,
deliberadamente amantes,
a la misma
hora, aquel cigarrillo,
ese mismo trago,
esta misma curda.
Preciso saber que existo, existo.
Pues, aquí me quedaré soñando.
Un tipo feliz a la carta.
¡Es tan graciosa esta parte
lateral de la vida!, Soledad.
No tenemos necesidad de la luna,
o la lluvia,
la cabeza en otra,
solo cervezas,
risas y
desengaños en el patio del amor... .