| Los días sin límites
 
 
 ........................... desde el umbral de la puerta
 despido mi cuerpo muerto, parto asustado ......
 
 
 
 
 Llegas sonriente y negra, y yo
 hambriento de tu calidez helada
 como un bebe esperando mamar
 en la fría madrugada,
 atardece lento y cae la noche
 con su inmenso parpado.
 
 La oscuridad hace que tu voz
 sea arrullo, una nana que consuela,
 espasmo, exhalación y dulzura.
 
 El silencio rodea el cuerpo del ascendente
 y mi alma llora recién parida
 tras la palmetada de la muerte.
 
 Movimientos ondulatorios
 de la cremación a la eternidad,
 o del bullir larvario, a la contemplación.
 
 Alma destetada, haciéndose alma,
 aprendiendo a volar, como un volantón
 a fuerza de caer del nido, y soy libre,
 impetuosa, con el acné y la inconciencia
 del alma joven, tan equivocada.
 
 Me hablan con palabras desconocidas,
 y las ánimas muertas de pasados me descifran verdades,
 con sus cantos suaves y sus esencias vaporosas,
 es ahí, cuando me percato de la soledad infinita
 de los días sin límites,
 de la pena de las almas que no querían partir,
 de la impaciencia de las que esperan a otras,
 del llanto de las decepcionadas,
 de las revelaciones de la muerte,
 arcano de verdad absoluta, indescifrable
 ¿Queréis saber? Venid, os enseñare.
 
 
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 Antonio © M.  ( T i T o. M.)
 2/Noviembre/2012
 Nómada
 
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