A ella
A ella el delirio de amor le acompaña su sombra, y el rastro de un dulce aroma a chocolate penetra en el aire, mientras el olor a pasión y a deseo deambula en un ambiente hostil que huele a lujuria…
Ella ama con su cuerpo, sus gestos, su boca, con sus manos suaves, sus caricias tibias, ama con sus ojos, con cada herida en el corazón, ama con sus dudas y hasta con su temor…
A ella los rayos de luz provenientes del sol reflejan su cuerpo, y yo, anhelando siempre un destornillador que desplace las nubes, que forme arcoiris y que convierta al viento en aquel mensajero que lleva en su entrega este corazón.
Ella y sus caderas perfectas donde termina mi ayer, su cabello suave donde comienza mi hoy, o sus labios robustos donde busco un mañana son simplemente la crónica utópica de una ilusión.
Aunque para ella no tengo mil rosas, ni claveles o cajas de chocolate que ofrecer, siempre guardo en mi mochila una tormenta de nieve y un ciclón domesticado y si prefiere algo más… un gran paraíso de bellos colores, que hace muchos días, me robé de un sueño
Ella, simplemente ella, una y otra vez ella, su mundo quiere poner un punto final en la historia, pero para mí siempre existirán tres puntos suspensivos que me den una esperanza
|