Despertar sin saber que hacer,
sorprendido en tus manos,
andando caminos estrechos
esclavo de tus malas artes,
en golosa apetencia de tu forma,
con estos dos ojos cómplices
de la avaricia de tu asedio.
Texto agregado el 01-11-2012, y leído por 307
visitantes. (1 voto)
Lectores Opinan
03-11-2012
avaricia de tu asedio,me suena a un no mas y tampoco entender el sentir el otro mentacalida
01-11-2012
Una vez dediqué un libro de esta forma: "para la dueña de mis manos". Espero que no te pase lo mismo. ANTEELTECLADO
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