No me rendiré a los escritos
ni menos a los cuadernos,
los tomo desde niño de derecha a izquierda,
como un volante, que se fija en mis manos;
circula enfrente de mis ojos,
como relojería
de tiempo y palabras.
Y después llegue un día a tocar el libro,
trate de hacer girar desde derecha ha izquierda,
pero mis pequeñas manos no pudieron;
cayendo el planeta de hojas y cartón en mis rodillas;
comprendí que los libros giran en nuestras cabezas.
Abriéndose, empujado por su tapa_ timón; el libro
hace el recorrido sabio, de su saber,
entonces nos queda trabajar, con los ojos,
disminuyendo los radicales vacíos de la mente,
para ser viajero, de tus palabras ,
Libro me has mostrado el padre, y el hijo, la madre, y la casa,
en noches muy largas de amistad,
mientras el río, hace su constante rumor de aguas,que llega hacia mi pequeña ventana.
Tu libro que posas silencioso en mis manos,
en las estanterías, eres ventana del día y la noche,
en mis manos te transformas, en puertas abiertas;
ya con tu grandeza has construido,
el árbol, del fruto y de la noche,
el puente, entre mi boca,
y tu beso abierto, de palabras.
con tu nave terrestre de sueños;
te marchas y vuelves, te pierdes y te encuentras:
El fuego es el único,
mentor de tu muerte
Juan_Poeta |