Es el reflejo de tu alma, la incandescencia que alumbra mi palma, tu humilde sonrisa, un retrato de mi musa. Aunque en secreto te busca mi mirada, yo también te he cachado en la jugada. Desearía que no fueras tan perfecta, matar la formalidad, que no seas la correcta, jugar con la intimidad.
Soy un vagabundo sin corrección, poco digno de un tesoro tan tentador. Pero también un aventurero por la ocasión, donde requieras de un servidor. Mas en mis más profundos deseos, te he soñado a mi alrededor, no por unos segundos, no como a un catador, sino como mi acompañante, de esta aventura improbable, como mi opuesto navegante, amor + miedo indomable.
Eres toda una fantasía, la reina del mundo que me invaden tus ojos, pero que futuro hay después de esta poesía, si la ilusión sólo alimenta mis enojos. |