Algún vestíbulo guarda letargos
de varios sentimientos ilegales,
mirando paciente la tormenta
que llega desde la otra vereda.
Porqué tocar una salida lacrada,
por donde no regresa el alivio,
si existe el verde en el reverso
de la nostalgia del recuerdo.
Si una ventana ya no espera,
dejemos que solamente hable
el lenguaje del cuerpo.
Texto agregado el 28-10-2012, y leído por 320
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