PROSTITUTA INOCENTE

Señor detective, no me acuse
de proxenetismo,
esta prostituta no es mía,
llegó a mi puerta una noche de mayo,
tras el aguacero.
Trajo en sus manos una gota de lágrima
y un ramo de desilusiones.
Esta prostituta es de aquella calle,
Calle, que ya no aguanta la fatiga de albergar muchos
Inquilinos nocturnos.
Esa calle no tiene la culpa,
Es culpa de ese semáforo
Que detuvo la inocencia de un niño
Cuando este perseguía a una pulga
que aquel perro se lo llevó.

Señor detective,
no acuse a esta prostituta,
ella no es culpable
de que Dios haya destinado su miseria.
Acuse a los políticos
Por ser tan insensibles ante la desgracia ajena,
Acuse a la religión,
A su máximo representante
Y pregúntele si tiene la conciencia tranquila
Y si vive en paz al saber que sus hijos arañan
La pobreza.
No me culpen de nada,
No soy político,
Tampoco filósofo, ni militar
No quiero dinero, ni alhajas.
Busco a dios todopoderoso
Para invitarle una taza de té
y decirle que una prostituta acude a mi puerta
cada primavera para preguntarme si ya llegó la muerte.