Hastío

Seco es el desierto con la caliente arena
Mientras en el mar bravío, una frágil barca navega
Sus granos de arena que asemejan amarillos cristales
Mientras las fragosas olas se estrellan en la escollera
Ambos, desierto, mar así demuestran su gran poderío

Lejos las ciudades esquivas, temerosas de la potestad
De ese desierto de arena y de las grandes ondas bravías
Se hace la noche y la luna despeja al sol y su brillo
Otra lucha singular de un satélite y una inmensa estrella

Mientras entre los montes silenciosos, hermanados en la noche
Lucen su fulgor las luciérnagas con su brillo manifiesto
Las cuales hacen ver al monte cual una tierra embrujada
Las aves temerosas impávidas solo observan extasiadas
Mientras las lágrimas de la noche caen por hojas y ramas.

La luz tenue de la luna entre sus ramas, limpia, serena
Cual la sangre castellana desgrana sus haces en caireles

Ray