En un parpadeo, si, por un segundo sentí el dolor de toda la humanidad
que anidaba en manadas carcomiendo mis tendones
lagrimas en tropeles traspasaban el momento.

En nuestro rededor, todos los ciegos e insalubres
con saludos inciertos se gastaban la piel
y adictos a lo cotidiano despedían su auto inercia con adioses cualquiera

Un ilustre protagonista que gastaba sus alientos en cortos pasos
4 saltos estremecían al mismo viento con dolor
su mano sin facciones era un guía derrotado en l batalla

Durante esa noche él no vivía su vida, sino su destino
habían látigos que torturaban su vieja sombra
su demora fue eterna como la escritura del presente

Mientras pares de piernas aceleraban sin temor de atropellarlo;
aquel respiro trazo la vida de un alma en pedazos
y la muerte aprovechando lo espantoso
emitía carcajadas fúnebres descomponiendo sus victimas enfermizas
aquella noche todo era crueldad y cenizas

en un nacimiento y en una muerte, por segundo
sentí dolor de toda la humanidad
que anidaba en manadas carcomiendo mis tendones
aquella noche, si, aquel instante.