LA MADRUGADA EN EL RÍO

- Cuidado - le gritaron.
Camilo se detuvo frente al silo que hacían los vecinos del barrio, él pensó para si mismo; - por pensar en este viejo casi me mato. Entonces prosiguió su camino, avanzo por la calle principal del Pueblo, en su mente se infundía una constelación de sentimientos: rencor, resentimiento, tristeza , …venganza.
Así con medio ser en sus ideas camino hasta la plaza del pueblo se paro en la entrada de ella, miro al cielo el sol se ocultaba ya, recorrió con mirada nostálgica toda la plaza, allí parado le parecía todo mas triste, acaso la tarde, acaso la tarde, quizás la plaza solitaria. Ya sentado Camilo, los recuerdos le golpean con dureza.

En la noche anterior él se encontraba con el chato y Juan en el Bar que queda justo frente a la banca que él ocupa. Habían tomado ya varias copas cuando de pronto en la otra mesa se escucho una risa burlona llena de sarcasmo, ahí estaba Don Cosme, mirándole, trataba de humillar a Camilo .
- No le hagas caso Camilo – Dijo el Chato. Mientras Juan le servia un trago, el sentado ahí no entendía lo que pasaba. Luego Don Cosme un gesto de desprecio se para se dirige hacia él – Sabes por que me rió de ti muchacho, lo hago por que eres muy ingenuo como pudiste creer que mi hija pudiera enamorarse de ti un simple peón, mira que ella misma me ha pedido que la envié a la capital por que no soporta los olores de un indígena como tu, se fue y ella ahora va estudiar allá .así que te atreviste enamorar a mi hija que te habrás creído, además no te quiero ver mas por mis chacras nunca mas – entonces este escupe al suelo y se va seguido por tres mas que le hacían compañía.
Camilo no terminaba de hacerse aquella idea, pero impulsado por su amor propio toma una botella y cuando estuvo a punto de estrellarla en la cabeza de Don Cosme, Juan le agarro la mano, mientras el chato agarrándole por el abdomen decía – cálmate amigo - .Don Cosme alerta ya replico – eres un cobarde – y se retiro.
De ahí para adelante Camilo no podía entender por que la niña de sus ojos se fue, por que si solo ayer tendidos sobre la hierba le juro que nunca lo dejaría, con lagrimas se entrelazaron y juraron que no se separarían jamás. No importaría el patrón ni la raza ni el dinero siempre estarían juntos.
Pero ahora todo era dudoso acaso el patrón la había enviado a la capital para separarla de ella, pero en su inmenso dolor pensó no es cierto. Ella vendría como todos los días el día de mañana al lugar secreto que ellos tenían el campo no muy lejos de la ciudad.
Mañana vendrá pensó, mas la voz del un demonio en su mente decía que no vendrá nunca mas.. ¡Mozo! – dos vasos mas, que digo dos botellas mas de aguardiente, pidió. La noche era entrada ya y él seguía bebiendo, tomo y tomo, hasta quedar totalmente borracho. Sus amigos al verlo en tal estado decidieron llevarle a casa del chato para que pase la noche.

Así había llegado ya el día siguiente, Camilo durmió todo el día, hasta la tarde en que despertó y deseo con gran fuerza en su corazón que todo lo que había pasado fuera un sueño, pero al darse cuenta de que estaba en casa del chato, advirtió aquella realidad, de allí salio aturdido decidió salir a la plaza.

Se dice que el hilo de la cordura están delgado que en un instante las personas podemos cometer locuras que antes para uno mismo era abominación. Como entender a un hombre lastimado en su mas profundo sentimiento, humillado desde niño por ser huérfano y pobre, y que al creer que al fin encontró la felicidad le sucede todo esto, como poder deslindar las ideas que hay en su mente.

Ahí sentado Camilo, pensaba no vendrá nunca, no volverá, mientras apretaba los puños con gran fuerza fue entonces cuando tomo una determinación, iría a casa de Don Cosme. Era noche ya, la casa era de adobe de dos pisos como los hay en todos los pueblos de la Sierra del Perú, con techos de tejas a dos aguas. Por la parte posterior era muy bajo, fácil de escalar. Así que camilo fue por detrás espero a que todos se durmieran, una hora, dos horas, quizás mas pero su odio no disminuía.
La ultima luz que alumbraba el dormitorio de su enemigo se apago, entonces Camilo trepo suavemente las pared, cuando bajo se encontró en el patio miro y pudo hallar las escaleras el cual subió escalón, por escalón, en la mano lleva un cuchillo que encontró en el lavadero, ya en el segundo piso busco el dormitorio de Don Cosme sus pasos se hacían mas livianos, al encontrar la puerta la desgracia quiso que esta no estuviera asegurada, se para ahí en la puerta da un golpe con el mango del cuchillo al interruptor, entonces las luces se prendieron y Don Cosme despertó, pero de pronto sintió que algo caliente le resbalaba por el cuello hacia el pecho puso su mano y esta se lleno de sangre. Camilo le había cortado el cuello, mientras. – como animal morirás – le decía.
En tanto la esposa que dormía a su lado despertada ya empezó a gritar ¡auxilio! ¡auxilio! Hasta que un certero corte al abdomen le hizo callar. El menor de sus hijos había entrado a la habitación y al presenciar la horrible escena empezó a gritar. Camilo que se encontraba encima de la cama salto como una fiera y lo tomo con una mano del cabello, la madre herida se paro agarrándose las tripas con una mano le suplicaba, ¡piedad! ¡piedad! Decía, entonces Camilo dio un golpe en la cabeza al niño hasta que este perdiera la conciencia, dejándolo ahí botado, fue cuando recordó que Don Cosme tenia en su almacén dinamita y se fue a buscarlos, baja al primer piso busca habitación tras habitación hasta encontrar el almacén, en uno de los armarios que estaba en una esquina de la habitación había una caja que decía “TNT” corrió, uso una banca para alcanzar la caja hasta encontrar lo que buscaba tomo tres cartuchos y volvió a buscar a sus victimas.
Mientras este había ido a buscar la dinamita, la esposa de Don Cosme había fajado ya su abdomen y recogió en sus brazos a su niño y había escapado por la puerta trasera que llevaba dirección al río que estaba a menos de cien metros, ella corre, en brazos lleva con desesperación y amor a su niño que yace inconciente, las piedras del camino le cortan sus pies descalzos, los perros de los vecinos le ladran, la luna es su única compañera, mientras Camilo advertido de esta situación le lleva persecución cada vez mas cerca, corre, grita, ¡maldita, desgraciada, donde estas! ¡te matare!.
La señora corre hasta llegar a una chacras que estaban rodeadas de chaguales baja hasta ahí y se esconde entre estos, llorando pero tratando de hacer el menor ruido posible.
El asesino en el camino busca con su mirada, se acerca a los chaguales percibe hacia abajo la cabeza de su victima, en sus manos coge una piedra tan grande que de un solo golpe destroza la testa. Animado por el demonio que hay en su mente la arrastra tirándola de un brazo hasta el canto del río que ya esta mas cerca, la pone al medio de una gran roca que a la orilla esta, luego va por el niño que aun sigue inconciente , tirado allí esta en la chacra, lo arrastra y lo lleva y lo pone en la roca al costado de su madre, después dirigiendo su mirada hacia la casa, regresa por Don Cosme al igual que a los demás lo arrastra, pero a este lo escupe, mientras en sus bolsillos lleva los cartuchos pone el cuerpo encima de los demás como sacos de papa, saca un cartucho de dinamita y junta mecha con mecha, enciende las mechas corre y corre para que la explosión no le alcance pero al momento de la explosión la fuerza de esta hizo que Camilo se cayera en el agua, en ese instante recién pudo darse cuenta de lo que había hecho, se para y contempla con horror lo que su locura por odio mas que por amor le había llevado a cometer. Una gran desesperación se lleno de él pero no podía moverse, se quedo allí como una roca mas con la mirada dirigida hacia sus victimas mientras una lagrima resbalaba por su rostro.
Mientras tanto los vecinos que habían percibido la explosión corrían para ver que había sucedido, al ver tan estrepitosa imagen, se dice que muchos vomitaron mientras otros lloraban aterrados, mas Camilo se quedo allí hasta el día siguiente en la misma roca sentado sin cerrar los ojos y en sus manos un cartucho, hasta que vino la policía y se lo llevo, quien sabe por cuantos años.

Fin