Tú no tienes idea….


No tienes idea de lo que significa sufrir esto. Una palabra de 8 letras que puede destrozarte la vida entera. Acoso escolar o como la mayoría de la gente le llama bullying. A mis 23 años no he podido superarlo. Me cuesta trabajo hablar del tema. Mis padres no tienen idea de lo que viví. Solo por una cosa que nunca, hubo comunicación y mucho menos confianza. Esto me pasó a mí y tú que me estás leyendo espero que cooperes para que no se repita más. Esto que con el paso del tiempo está creciendo gravemente.

Era el año de 1996 y mi hermano era un recién nacido, yo tenía 6 años de edad. Mi papá tenía la posibilidad de pagarme una escuela particular. Entré a un grupo que tenían por maestra a lulú, que jamás me voy a olvidar de su nombre ni de su cara. Pasó el tiempo y siempre que entraba a la escuela lo hacía llorando. Nunca fui una alumna excelente, pero tampoco di problemas. Mi papá se quedó sin trabajo y con muchos esfuerzos mi papá pagaba la colegiatura de la preprimaria.

Lulú como se llama la mujer que era mi maestra, me arrancaba las hojas de mis cuadernos por que no hacia bien mis ejercicios. Ese por eso que no puedo escuchar como mi hermano arranca las hojas de su cuaderno, no lo soporto.

Lulú siempre me exhibió delante de todos haciéndome quedar como una burra. Un día recuerdo que jugaba México eran como las 10 de la mañana. Era la hora del recreo y yo no terminaba mi trabajo. ¡Pero que creen! que la maestra de nuevo me llamó la atención. Pero lo que ella no sabía es que mi papá no tenía para comprarme un cuaderno. Al explicarle y con los ojos hinchados, me dejó salir “disfrutar” del recreo. Cada vez que México metía un gol todos iban al salón donde se encontraba la tv.

Pasé a tercero, cuando en mi salón estaba Brian un niño que me molestaba y me insultaba por mi físico. Para esto yo sufro de sobrepeso. Para ese entonces no tenía amigos, siempre estaba solita en el recreo. En una ocasión me regaló un cerdito en color verde y me dijo que era un espejo. Un día fuimos a un lugar llamado “la acuática” donde hay una enorme alberca. Cada vez que huelo agua con cloro recuerdo ese episodio. Al pasar a la práctica nos teníamos que echar un clavado, después de pasar varios minutos me animé. De pronto Brian me gritó “anda gorda nunca vas a poder” días después mi mamá fue a quejarse, pero la mamá de Brian lo negó todo. La mamá de Brian era mi maestra, nunca le tuve aprecio. Llegó la hora de irme. Mis padres me cambiaron de escuela. En donde viví lo mismo. Mi maestreo se llama enrique. Reprobé algunas materias porque no me paraba a calificarme los ejercicios. Me junté con una niñas, pero poco después me evitaban yo andaba detrás de ellas y siempre se escondían de mí. Hasta que Cintia me dijo que ya no me juntara con ellas. Me hicieron a un lado.

Llegó una niña de nombre linda. La cual era muy ruda decía que las personas que comían de más eran enfermas. Refiriéndose a mí. Rompí esa amistad y me junté con una niña de buen corazón llamada Paty. Y así fue hasta que terminé la primaria. Mi mamá organizó la salida sexta. En México, o por lo menos eso se acostumbraba cuando yo iba a la primaria. Se bailaba un vals con todos los grupos de sexto en el patio de la escuela. Y se hace una fiesta en un salón.

Ya en el salón, nadie me invitó a salir a bailar. Era gris. Fue entonces cuando terminó una mala etapa de mi vida. Pero empezaba otra, la peor etapa de mi vida. Viví un infierno.
Era el año de 2002 cuando entré a una secundaria de nombre 0462 quince de septiembre. Donde no tuve amigos. Conocí a un joven de nombre julio cesar. Que era de los más latosos. Desde primero hasta tercero viví cosas terribles. Mis calificaciones nunca fueron las mejores. Un día el profesor de matemáticas Vicente Manuel Garro. Que por cierto lo odio. El siempre hacia examen todos los viernes. Pero un día dejó una tarea que yo no hice. De pronto enfrente de todos mis compañeros me insultó, me humillo, me ofendió, me lastimó, me hirió. Me mandó a la dirección por no hacer la tarea. Ese día llevaba ropa interior en color beige. Por ese motivo no uso ropa en ese color, me trae recuerdos feos. Ni hablar del cuadro de honor nunca estaba. Nuestra orientadora puso el cuadro de honor con 36 personas, éramos 37. Simplemente mi nombre no aparecía.

Nadie me consoló.

Llegó segundo de secundaria. Fue el peor de todos. Empezando por que julio cesar se pasó de listo conmigo. Un día estando sentada sobre el escritorio, él me empujó hacia atrás y me levantó la falda fingiendo que me estaba penetrando. Meses después miguel Ángel pulido fuentes fue capaz de burlarse con todo el salón completamente. No recuerdo la actividad pero tenía que pasar al pizarrón. Como no me animaba a pasar todos empezaron “pegui, pegui, pegui, pegui.” Y el tipo repetía las palabras, como si se tratara de algo gracioso. Después de que terminó de burlarse de mí. La actividad siguió. Siempre en educación física nos teníamos que quedar en short, y me daba mucha pena, un día nos pusimos a jugar básquetbol donde el profesor de educación física dijo “cuidado con la gorda de lentes”. La maestra de diseño me decía que nunca iba a poder coser nada. Que era una inútil con las telas.

Un joven de nombre José Velázquez. Siempre se burló de mis orejas grandes y de mi ceja pronunciada, en ese entonces empecé a usar brackets. Y se burlaba de mi tratamiento bucal. Se burlaba porque era gorda, fea, con impurezas en la cara, orejas grandes, no tenía amigos. En el receso me la pasaba sola. Me comía mi torta, y mi agua solita afuera del salón.

Un día, ese mismo Jesús me mandó una carta insultándome, fue en la clase de inglés. Donde yo le contesté. Y esa hoja llegó a manos del maestro Jorge, él dijo que no llevaría esa hoja a la dirección solo porque se trataba de mí.

Félix era un mal maestro, su pero no era ser gay sino su forma de regirse a nosotros, nos daba geografía. Un día de nuevo no trabajé debido a dolores provocados por la menstruación. Y de nuevo me exhibieron mandando una nota a mi mamá. Reprobé física. Y era el fin de mi vida con mi papá.

Terminé segundo y pasé a tercero de secundaria. Donde las cosas siguieron mal. Como no tenía amigos más bien compañeros, porque esos son más que basura. Yo me quedaba en el salón pero un día un niño echó cáscaras de naranjas en la mochila de una compañera y me echaron la culpa. Me suspendieron tres días. Mi papá no me creyó. Regresé de esa suspensión, reprobé ingles ¿por qué? No sé. Y le tomé un dio al inglés. Llegó casi el fin del ciclo escolar y mi mamá me dejó de mandar a la escuela porque ya no hacíamos nada, el día de entrega de papeles oficiales el maestro de matemáticas literalmente me dio la escoba para que barriera el patio y me dijo que era para los únicos que servía

Recibí mis papeles, y todavía pedí que me rayaran mi blusa como vulgarmente se pide en las escuelas. Mi chazarilla estaba llena de bobadas. Para estas fechas la sigo conservando.

Al poner un pie fuera de esa escuela nunca más regresé, ni lo pienso hacer.

Llegó el bachillerato y fue la mejor etapa de toda mi vida. En esa escuela conocí a la que hoy es mi mejor amiga. Y la universidad, pues desafortunadamente está inconclusa por diferentes motivos.

Fue hace pocos años que el tema del bullying empezó a tomar fuerza. Al investigar en internet, en noticias, en televisión, radio y medios impresos. Me he dado cuenta de que sufrí de bullying. Fue una víctima más de todos aquellos que gozan humillar a los demás. Por desgracia esto mis padres no lo saben. Si, por la rozón de que en casa nunca hubo, no hay, ni habrá comunicación ni confianza.

El dolor físico y sobre todo el daño psicológico que sufrí en estas etapas de mi vida me destruyeron por completo. Me cuesta trabajo relacionarme con las personas, la gente me dice que soy muy seria o me dice que soy “payasa”. Pero simplemente no me se relacionar con la gente. Para el día de hoy hay cosas que poco a poco he superado como aceptar que tengo unas grandes orejas, que tengo sobrepeso. Hablo un inglés casi perfecto. He cosido infinidad de prendas, barro y trapeo mi casa y lo hago mejor que nadie, ¿y cuadro de honor? En el bachillerato hasta fui becada. Tal vez en este momento estoy en un proceso de paro de labores por los motivos de que nunca supe que quería estudiar y sigo sin saber. La carrera que estudio que tiene que ver con las computadoras no me llena, no me satisface. Pero solo dos personas me entienden, mis dos mejores amigos.

Tu que me estás leyendo y eres un agresor. Por favor para. No sabes el daño que causas con tu hostigamiento, si tienes ganas de desquitarte con alguien que no sea con el mas indefenso, mejor trata de poner tu cabeza fría y no lastimes a otros por tus problemas, herir, lastimar físicamente, ignorar, insultar, humillar, burlarse, ofender y un sinfín de acciones son formas de bullying. Y tú que me estás leyendo y sufres de bullying inmediatamente háblalo, tú eres el medio para evitar que este mal siga. Maestro o maestra que me estás leyendo tampoco seas testigo de este tipo de acciones no seas de esos que solo se dedican a humillar, mejor ponte a dar clases y mantener el orden en tu salón, sino puedes con el trabajo, déjalo. También tú que me estás leyendo y eres mamá o papá por favor habla con tus hijos establece lazos de confianza y comunicación para que puedas ayudarlos.

Con cariño Karina

Duele más una humillación que un golpe.