Mas difícil que el Yeti te invite un porro.
Alcanzo el cielo del Tibet con solo pararme sobre los Himalayas,
es tan fácil,
el Yeti me convida cerveza de lamasería,
es sencillo beberla,
extrañando sí,
la Quilmes y tus ojos negros.
Es una empresa loca
subirse tan cerca del espíritu.
Podría no volver,
perderme en el bardo,
morir seducido por dakinis desnudas.
Así y todo es posible.
Atrevería sencillo.
Osaría fácil.
El Yeti se vá de aburrido,
no me deja un porro.
Solo.
Golpeándome la cabeza con el cielo.
Medito ¿Cómo este desatino puede ser real?
Y no, verte.
Hacer de nuestras miradas una,
para olvidar al mundo.
No puedo volver a vos ni evitar que mi amor
crezca.
Podría saltar hacia las nubes,
volar sobre el Pacifico,
caer en el desierto mexicano,
donde una ensalada de honguitos me esperase.
Sería mas fácil y sencillo,
que tenerte.
Vuelve el Yeti trayendo música,
años sesenta y la melancolía,
con tu blanca palidez que ya no encuentro,
aunque vos seas morena y caliente.
Con el Yeti,lloramos,
la Quilmes es mejor,
le insisto,
ésta es como el vino de los benedictinos.
El grandote se lamenta porque la Yeti
no volverá,
de New York.
Yo, porqué encontrarte,
será mas difícil y complejo,
que el Yeti te invite un porro. |