Ella es especial, siempre lo fue... Nadie la puede tocar, absolutamente nadie.
Algo tan especial, casi como una deidad, todo a su alrededor es pureza, calma, tranquilidad.
Con una sola mirada y sonrisa es capaz de poner al mundo entero a sus pies.
No hay nada malo con ella…
Cuando estas con ella, el mundo se detiene y te pierdes, en sus palabras, en su compañía, en sus historias. Te hace sentir el ser más importante en ese momento, y eso es lo que no deja que ella salga de tu cabeza…
Ella tiene mucho para dar.
Y yo que la tuve, muchas tardes y noches dentro de mí, no la aproveche…
Fue mía, y la dejé ir…
Ahora todo es diferente pero me sigue haciendo sentir tan importante, solo con sus palabras cambia todo en mi cabeza, y mientras he estado cayendo, ella, sin darse cuenta, me ha estado levantando.
A ella nadie la puede tocar, ni siquiera yo… Tan frágil pero fuerte a la vez. Así la veo, y sin embargo fui la primera quien la quebró en pedazos…
Si solo pudiera llevarla a un mundo diferente, donde solo existiéramos las dos, seria suficiente para empezar una nueva historia.
Y gracias a ella estoy haciendo esto otra vez…
Ponerle fin a todo esto, no se… Ponerle fin a ella que siempre estuvo ahí, durante tan poco tiempo pero estuvo ahí para mí… Solo para mí… no es algo sencillo.
Esta es mi verdad sobre ella…
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