Nunca aprendí a volar.
Nunca aprendí a amar.
Nunca aprendí a ilusionarme.
Nunca escuché a mi corazón a hablar.
Nunca no pude dormir.
Nunca supe lo que es sobrevivir.
Nunca tuve un “amor de mi vida”.
Nunca pude emocionarme.
Nunca supe lo que es llorar.
Nunca esperé el amanecer.
Nunca le pedí nada a Dios.
Nunca necesité un abrazo.
Nunca quise que me escucharan.
Nunca quise nada de la vida.
Nunca… hasta que te conocí.
@Mauricio Muro
Texto agregado el 16-10-2012, y leído por 139
visitantes. (2 votos)