Colores
Tengo un problema;
cuando veo a una mujer,
los ojos se me van a los suyos,
me pierdo en su mar azul,
en sus lagunas oscuras,
en el verde con pintas de marrón
miel y árbol,
en el límpido cielo
de sus casi albinas fuentes,
en su violeta irisado
que derrocha sensualidad,
en el negro azabache de Taury,
en la colmena de ardiente miel,
en el verde oliva de Córdoba,
en el azul Santiago,
en el avellana de mi doble compañera Haeis,
en la penumbra etérea de Saskya,
en el fulgor dorado de Mariana,
en el negro Amor de Pilar,
en el castaño hiriente de Mahayla,
en el Paraná de Nipuka…
Ella me ofusca,
me pierdo en los ojos de mi amada,
aunque aun no se su color;
cuando los miro,
instantáneamente
me adentro en sus bosques,
en su alma viajera,
todo lo externo no existe,
solo nosotros en uno;
parados en el tiempo,
sentados a la orilla del Cielo,
rozando a Dios con los cabellos.
Aguilagris |