Barrio reo

Resonar de los ecos de taitas y las milongas sonoras canyengues
El suave taconear de la naifa en contoneo con su suave andar
Mientras el sol cantarín con sus rayos ilumina el empedrado
Cual tabla de ajedrez grisáceo esperando que le den jaque mate
Con el chambergo ladeado el taita amanecido con olor a ginebra

Cuando llega la tarde el sol temeroso de la noche se aísla en el oeste
Mientras un micifuz merodea en las azoteas en busca de pelea
La luna aparece en toda su brillantez, y un perro a ella le aúlla
Se oye el pregón de tangos en boca de tanos inmigrantes venidos
A lo lejos se escucha el lamento de un bohemio bandoneón olvidado.

Callecitas del antiguo barrio cuna de taitas con cuchillos enfundados
Donde por una mina se sacaban bravas chispas con ellos afilados
Y en los adoquines quedaba en un charco de sangre ilusiones perdidas
Amanece y el ruido del tranvía rompe el silencio en el barrio dormido
Es el ajetreo del nuevo día olvidando las penas de la noche oscura.

En la tarde, se escucha la suave melodía de un organito nacarado
Mientras la cotorrita de la suerte, les indicaba cuál sería su destino
Se duermen las melodías del organito callejero en sus calles intrincadas
En algún zaguán una naifa y su guapo susurran su amor escondido
Mientras el rezongo de los grillos acompaña el fugaz encuentro.

Desde el fondo del patio se oye el ajetreo de ollas preparando una cena
Y un vamos nena, venite para adentro que ya está llegando tu padre
El taita refunfuñando se aleja con un canturreo y silbando bajito
Mientras el cana de la esquina lo mira con recelo, pero se hace el sota
Barrio reo donde nacieron, las poesías, las canciones y el candombe
En broches de serenatas al pie de las ventanas, con perfume a malvones´

Siento en las tardes crepusculares, que solo soy un punto en el espacio
Punto que se asemeja a la arenisca que es impulsada por el viento
Ahogo los gritos que acuden a mi garganta de los amigos de antaño
Pero todo esto es tan lejano, que se pierde en las brumas del olvido
Calles de Buenos Aires, sus cortadas, donde imperaba el duelo a cuchillo.
Ray